Respuesta inmediata vs. ciberataques financieros

El secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, junto con los presidentes de la CNBV, Bernardo González; la Consar, de Carlos Ramírez; la CNSF, de Norma Alicia Rosas; la Condusef, de Mario di Costanzo y el subprocurador Jurídico y de Asuntos Internacionales de la PGR, Alberto Elías Beltrán, firmaron ayer el protocolo de ciberseguridad o Bases de Coordinación en Materia de Seguridad de Información con los representantes de 12 asociaciones gremiales, que agrupan a todos los intermediarios del sector financiero.

Aunque desde el pasado 23 de octubre se firmaron los Principios para el Fortalecimiento de la Ciberseguridad para la estabilidad del Sistema Financiero Mexicano, es evidente que después de los ciberataques de este año es urgente no sólo fortalecer las medidas de seguridad, sino mejorar los protocolos de respuesta.

Entre las nuevas medidas se crea precisamente el Grupo de Respuesta Inmediata ante un ciberataque, que estará integrado por un representante de cada una de las autoridades financieras y de la PGR, así como de los intermediarios financieros, quienes deberán nombrar responsables para dar seguimiento a las Bases de Coordinación y nombrar representantes en el Grupo de Respuesta Inmediata.

Una de las lecciones de los recientes ciberataques en
la red de interconexión al SPEI, que afectó las transferencias electrónicas de cinco instituciones financieras, fue la ne-cesidad de tener una mayor coordinación entre los bancos
y las autoridades, y, también, de los intermediarios afectados al público.

FUERON 5 LOS CIBERATAQUES: BANXICO

Y, en relación a los recientes ataques a participantes del SPEI, el Banco de México, que encabeza Alejandro Díaz de Léon, dio a conocer más información, y la primera sorpresa es que reconoce que en total fueron cinco los ataques cibernéticos: el primero se registró el 17 de abril, después otros dos el 14 de abril, otro el 26 de abril y, el último, el pasado 8 de mayo, que no había sido divulgado.

Desde luego hay que felicitar al Banxico por esta transparencia, porque a fines de abril se pretendió tapar el sol con un dedo y la hoy exdirectora del sistema de Pagos, Lorenza Martínez, se negó a reconocer que fuera un ciberataque.

Desafortunadamente, Banxico no revela los nombres de las instituciones afectadas, aunque sí dice que los ataques se presentaron en los aplicativos del proveedor que se utiliza para la conexión al SPEI, sin revelar tampoco el nombre de la empresa. Reconoce, también, que la vulnerabilidad pudo tener su origen no sólo en los sistemas, sino en la infraestructura en la que fue instalado.

Banxico reitera que en ninguno de los cinco ataques cibernéticos se afectaron las cuentas y los recursos de los clientes y que ni el Banco de México ni el SPEI han sido blanco de ataques.

Aunque no se revela tampoco el monto total de los recursos robados, ni el que ha sido recuperado, Banxico
sí revela que en total, 80.54% de las instituciones no fueron afectadas, de las cuales 7.16% tienen un proveedor externo de interconexión al SPEI, y 73.38% tiene su propio desarrollo o sistema.

En total fueron 5 las instituciones afectadas: Banorte, Banejército, Inbursa, la casa de bolsa Kuspit y una caja de ahorro; que representan sólo 7.64% del total de operaciones en el SPEI, pero, asciende a 28.80% sumando a las instituciones que se consideran de perfil de alto riesgo y están utilizando el sistema de contingencia del Banco de México.

US CHAMBER OF COMMERCE VS. ARANCELES AUTOMOTRICES

Se multiplican en Estados Unidos las críticas a la amenaza de Donald Trump de imponer aranceles de hasta 25% en la importación de autos y camiones. La Cámara de Comercio de Estados Unidos emitió un comunicado en el que se opone a la intención de Trump de volver a invocar la sección 232 para que el Departamento de Comercio imponga, por motivos de seguridad nacional, los aranceles a la importación de autos y camiones. La US Chamber of Commerce, que es uno de los organismos empresariales más importantes de Estados Unidos, asegura que esta medida tendría repercusiones negativas para los propios consumidores, que tendrían que pagar más por los autos importados y, alerta, además, sobre el riesgo de desatar una guerra comercial.

En espera de la decisión del Departamento de Comercio, prevalece la incertidumbre sobre el TLCAN y las presiones en el mercado cambiario.