Trenes de pasajeros: otro costoso capricho de López Obrador

El presidente López Obrador ha asegurado en múltiples ocasiones que no dejaría ninguna obra pendiente en su administración, pero lo que sí quiere es heredar varios proyectos a su sucesora, ya sea Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, como las iniciativas preferenciales que pretende enviar en septiembre para, entre otros temas, elegir con una votación directa a los miembros del Poder Judicial, empezando por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Ayer, en la mañanera, López Obrador ratificó que quiere dejar listo un nuevo capricho: trenes de pasajeros en las mismas vías por las que hoy transitan los trenes de carga de Ferromex; Ferrosur, de Grupo México, Ferrovalle y Canadian Pacific Kansas City.

Después de criticar la privatización de los ferrocarriles en el sexenio de Zedillo, López Obrador anunció que publicará un decreto el próximo 20 de noviembre para utilizar “todas las vías que hoy tienen los concesionarios de trenes de carga”, con una extensión de más de 20,000 km, para que pueden transitar —por las mismas vías— trenes de pasajeros.

AFECTACIONES AL NEARSHORING

Explicó que no se trata de una expropiación porque se dará prioridad a las actuales concesionarias de participar en los trenes de pasajeros y les dará un “plazo razonable”, en enero de 2024, para que las empresas tomen su decisión que, me atrevo a adelantar, será negativa, porque se tendrían que realizar millonarias inversiones, pues la mayor parte de las vías es de un solo paso, porque lo que pretende López Obrador es que sean trenes electrificados, lo que incrementará su costo, y porque los trenes de pasajeros en largas distancias no son rentables en ningún país, con excepción de los interurbanos, y tienen que ser subsidiados.

Ni la Asociación Mexicana de Ferrocarriles, que preside Óscar del Cueto, también presidente de CPKC, ni ninguna empresa ferroviaria se ha pronunciado en torno a la nueva ocurrencia de López Obrador y seguramente esperarán a que se publique el decreto antes de emitir una opinión.

A bote pronto, se afirma que no violaría el T-MEC, porque se respetarían las concesiones de carga actuales y porque la ley sí le otorga al gobierno la facultad de ofrecer servicios de trenes de pasajeros en las mismas vías.

Uno de los mayores problemas será que frenará las inversiones de nearshoring y del Tren Interoceánico, porque si por las mismas vías correrán trenes de pasajeros se tendrán que reducir, necesariamente, los horarios y corridas de los trenes de carga.

Entre los muchos costos que se tendrán que analizar, además de la electrificación y modernización de las vías, y de la compra de trenes, se deberá invertir en nuevas estaciones para los pasajeros, porque los trenes de carga lo que utilizan son patios de carga y descarga.

En síntesis, un capricho más que seguramente cumplirá López Obrador, pero a un muy elevado costo económico.

CLAUDIA JAÑEZ PRESIDIRÁ CONMÉXICO

Por fin salió luz verde en la elección del sucesor de Jaime Zabludovsky como presidente del Consejo Mexicano de la Industria de Productos de Consumo (ConMéxico), que agrupa a las grandes empresas del sector. La elegida fue Claudia Jañez, quien será, a partir del 15 de noviembre, la primera mujer al frente de ConMéxico. Una decisión acertada por su amplia experiencia en puestos directivos de grandes empresas, como DuPont Latinoamérica, que presidió, y fue también presidenta del Consejo Ejecutivo de Empresas Globales.