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CIUDAD DE MÉXICO.- Si bien la inflación del presente año podría terminar en 4.1 por ciento, “hay que ser prudentes en el ajuste de las expectativas de precios para el próximo año”, ya que existen factores que pueden tener un efecto favorable en los precios, por lo que se estima que pueda cerrar 2015 en 3.1 por ciento, afirmó Gabriel Lozano.
El economista en jefe para México de J.P.Morgan explicó a Excélsior que hay tres factores que influirán en una menor inflación el próximo año: un alza del precio de la gasolina de 3.0 por ciento, menor a 11.0 por ciento del 2014; un desvanecimiento del efecto del alza de impuestos, así como la expectativa de una caída en los costos de larga distancia nacional, que llevarían la inflación a un nivel cercano al objetivo de largo plazo de 3.0 por ciento.
“Es cierto que hay ciertos riesgos para la inflación de 2015, ya hay negociaciones acerca de los salarios mínimos que implican que el aumento pudiera ser mayor a los que se han tenido en años anteriores, pero nuestro escenario más probable, es que los incrementos reales al minisalario, se lleven a cabo en 2016 o por lo menos el impacto no se registre en 2015.
“Creo que un tema interesante es ver qué pasa con la expectativa de inflación en el mediano plazo, donde ahí sí se sabrá cuánto los analistas están esperando que pase con el proceso inflacionario y el impacto del ajuste de los salarios mínimos”. Pero por el momento creo que hay que ser bastante cautos con el ajuste de expectativas. Por el momento lo que estamos esperando es que la inflación se mantenga en 3.1 por ciento para finales de 2015”, precisó.
