Estos mexicanos llevan internet a donde jamás llegaría

CIUDAD DE MÉXICO.- “Batallé mucho para estudiar y la única opción para tener una carrera fue hacerlo en línea”.

Y es que José Miguel, a pesar de haber entrado a la universidad, tuvo que dejarla porque contaba con pocos recursos, los cuales no podía utilizar para asistir a la escuela.

De acuerdo con Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México, 37% de los adultos entre 25 y 64 años ha terminado la educación media superior, cifra mucho menor que el promedio de la OCDE de 75% y una de las más bajas en los países de la organización.

Esto se aplica más en el caso de los hombres que en el de las mujeres, ya que el 39% de ellos han terminado con éxito el bachillerato en comparación con el 36% de las mujeres.

José Miguel es oriundo de Calvillo, Aguascalientes; ese municipio que además de ser un Pueblo Mágico, también tiene uno de los índices más altos de intensidad migratoria en el estado.

Además, en Calvillo también es difícil acceder a servicios de salud, vivienda y educación, de acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), así que el panorama no pintaba bien para el joven que sólo quería estudiar…

A pesar de que poco tiempo estuvo en la universidad, fue suficiente para conocer al que en unos años más sería su socio, Víctor Pérez Serna. Cuando por fin José tuvo que dejar la educación escolarizada para estudiar en línea, decidió contratar los conocimientos y herramientas de Víctor.

Le dije a mi socio ‘¿puedo poner una antenita para tener internet? Batallo porque tengo que ir a otro lugar para subir mis tareas’. Dijo ‘sí’ y ahí fue cuando comenzó todo…”.

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Y es que para José no era fácil. No había un café internet cerca de su casa; así que tenía que viajar a Ojocaliente, un municipio a tres o cuatro kilómetros de Colomos, Calvillo, sólo para hacer tareas y enviarlas por internet.

Después de instalar una de las antenas de Víctor para continuar con sus estudios, los vecinos de José pronto se dieron cuenta de que tenía conexión, y comenzaron a pedir “que les vendiera”.

Así, sin querer, nació Región Digital, una empresa que lleva internet de bajo costo a comunidades marginadas de Calvillo y localidades aledañas.

Con sus propios ahorros ambos socios de a poco comenzaron a instalar conexión a internet y venderla a los vecinos, pero por ahora, Región Digital está buscando una concesión para ayudarse a crecer. La solicitud que presentó ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) está en proceso.

Aunque Región Digital ofrece un ancho de banda menor que las concesionarias, la conexión es ideal para que los vecinos de Calvillo se comuniquen con sus seres queridos a través de las principales redes sociales y realicen actividades básicas, pero indispensables, que no son un problema para el servicio.

Uno de los puntos más fuertes de Región Digital es que impulsa el liderazgo y la colaboración entre vecinos en las comunidades; pues la empresa basa su modelo en el trabajo conjunto con “embajadores”.

Los embajadores para Región Digital son aquellas personas –en su mayoría mujeres– que permiten instalar la antena –que proveerá de internet– en su casa. Los embajadores también son quienes realizan los cobros a los clientes de Región Digital y supervisan que el servicio funcione de forma correcta; lo mejor de todo es que para llevar a cabo este trabajo, se ayudan de una aplicación creada por la empresa especialmente para ellos.

José no sólo quiere dejar allí a Región Digital. También busca que su empresa en un futuro provea de banca rural a sus clientes de Calvillo y escalar a todo el estado y parte de Jalisco.

Para saber más

Las tecnología utilizada en Región Digital consiste en un servidor de almacenamiento temporal, una red de telecomunicaciones de banda ancha y alta velocidad, antenas de telecomunicación de distribución de la señal inalámbrica de forma local y los equipos cliente, los cuales son el objetivo de la señal y el último dispositivo de la red de telecomunicación.

Región Digital espera en el corto plazo tener al menos tres torres de telecomunicación, para hacer llegar la señal a las localidades donde ya están pidiendo el servicio.
 

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