Acapulco, lo atípico es cotidiano

En el verano de este año, a finales de julio, se comenzó a formar un ciclón tropical cerca de Filipinas que se transformó en el tifón Khanun. A principios de agosto, tomé un tren de Osaka a Tokio. En la estación de trenes, anunciaban con mucha visibilidad que las rutas hacia Hiroshima, Fukuoka y más al sur estaban suspendidas por Khanun, que, aunque debilitado, estaba pasando a mil kilómetros de distancia sobre la isla de Tokunoshima. En Japón, los tifones no sorprenden; por protocolo, se toman medidas para evitar sorpresas desafortunadas, aunque el fenómeno evolucione muy rápido. Como lo ha contado Fernanda Familiar, quien se encontraba en la Convención Minera en el Hotel Imperial de Acapulco, las autoridades estatales estaban tan sorprendidas por el huracán Otis como los asistentes a dicho evento.

ATÍPICO

Más allá del seguimiento puntual del papel de las autoridades estatales y federales frente a Otis, los fenómenos recurrentes en el país siempre parecen atípicos, incluso cuando se trata de lluvias estacionales, huracanes o sequías. Pocas veces estamos preparados y, en esta ocasión, menos aún. El problema es que los huracanes, las lluvias torrenciales y las sequías serán cada vez más comunes y extremas. Si mantenemos la nula cultura de prevención, sus efectos serán más dramáticos. Debemos ampliar la cultura de prevención porque, de no hacerlo, los costos humanos y económicos serán cada vez más severos.

LLUEVE SOBRE MOJADO

De acuerdo con la Encuesta de Ingreso y Gasto de los Hogares en México 2022, el hogar promedio en Guerrero tiene un ingreso de 13,918 pesos mensuales, 34% por debajo de la media nacional. Se encuentra al fondo de la tabla, sólo por encima de Chiapas. El sector informal laboral en la entidad se ubica cerca de 80%. De hecho, de acuerdo con el Inegi, únicamente 19.2% tiene seguridad social con el IMSS, aunque en Acapulco este número sube a 51.2% gracias al sector turístico, que es un creador de empleo formal. El aspecto más apabullante de Acapulco es el crimen organizado; el cobro de derecho de piso es la norma. Una compañía transnacional optó por cerrar su operación en dicha ciudad ante la inevitable extorsión del crimen organizado. La ausencia de Estado de derecho, que se ha hecho visible en los saqueos, genera el riesgo de que ahora el crimen extraiga recursos adicionales de la reconstrucción, lo que se verá implícito en el precio de las obras.

HOTELES, INDISPENSABLES

La mejor manera de apoyar a los acapulqueños será respaldando a los hoteles, que son el motor de la economía local. En Acapulco, 51% de la población es derechohabiente del IMSS, lo que se explica por los empleos formales que crea el turismo. Si las grandes cadenas no se reactivan, la recuperación no llegará al puerto. El tamaño del apoyo tendrá que ser significativo. Un dato de la dimensión del problema es que Mundo Imperial invirtió mil millones de pesos en la remodelación del Hotel Princess en 2016, lo que significó habilitar la Torre Perla, que es uno de los tres principales edificios. Ahora, se tendrá que remodelar desde cero esos tres edificios. Va a ser muy costoso, pero indispensable si es que Acapulco tiene alguna posibilidad de rehabilitarse; los condominios, que también son parte importante, requerirán de la agilidad de las aseguradoras y que el crimen organizado no extienda sus tentáculos en la reconstrucción, difícil.

Lamentablemente el futuro de Acapulco es de pronóstico reservado, es al menos un aviso para el resto del país en cuanto a que lo atípico será cada vez más cotidiano, lo que implica incrementar la cultura de prevención de una vez por todas.