Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

6 Sep, 2023

China conquista eléctricos, oportunidad para México

Las compañías chinas llevaron la guerra a la casa de sus adversarios ante la oportunidad de dominar el codiciado mercado automotriz europeo, que se torna aún más apetitoso ante la prohibición de los motores de combustión interna a partir de 2035. La cita es en el IAA Mobility, el auto show de Múnich, en donde flexionaron el músculo distintas compañías chinas, como BYD, que es el mayor jugador de vehículos eléctricos a escala global, y otra como Nio, entre muchas otras. En declaraciones recogidas por el diario británico Financial Times, el CEO de BMW, Oliver Zipse, advirtió que en los últimos 15 años China construyó una industria automotriz eléctrica que ha acaparado las cadenas de suministro de las baterías y ahora se encuentra ingresando al mercado europeo lanzando una guerra de precios en el segmento de vehículos más económicos. El mercado europeo no sólo es apetitoso por el 2035; en los primeros siete meses de 2023 se han vendido 820 mil vehículos eléctricos en el continente. En Estados Unidos, los registros de nuevos vehículos eléctricos en el primer semestre del año ascienden a alrededor de 550 mil vehículos eléctricos. Sin embargo, el mercado más grande que supera al resto del mundo es el chino, con ventas que superan los 3 millones 200 mil unidades en la primera mitad de 2023; nada más en junio se vendieron 470 mil unidades 100% eléctricas.

LOS CUELLOS DE BOTELLA

El cambio de motores de combustión a eléctricos enfrenta dos retos primordiales: el precio, principalmente por el coste de las baterías, y la infraestructura de carga. Hasta ahora, el avance de la venta de vehículos eléctricos ha ido de la mano de estímulos fiscales para compensar el mayor precio que tiene que ver con el costo de las baterías. El segundo obstáculo es la infraestructura para cargar dichos vehículos. Incluso un mercado como el alemán, que es de los más avanzados del mundo, cuenta con 99 mil cargadores públicos; aunque su objetivo es tener un millón para el 2030. Estados Unidos cuenta con 140 mil, mientras que China tiene un millón 700 mil. Para resolver ambos obstáculos se requiere una fuerte inversión del gobierno, por ello es que Biden consideró más de 7 mil 500 millones de dólares para lograr tener medio millón de cargadores para 2030. A ello hay que sumar la inversión en la red eléctrica.

Obviamente, el mercado mexicano es insignificante al lado de esos números; los datos más recientes muestran que en los primeros cinco meses del año se vendieron 4 mil 130 unidades, sin contar Tesla, y el número de cargadores asciende a poco más de mil, aunque ya se han anunciado esfuerzos desde el sector privado para instalar algunos miles, pero será difícil que el gobierno federal pueda aportar los recursos necesarios para que este segmento pueda despegar.

LAS BATERÍAS

Ante la intensificación de la guerra de precios que ha detonado el inicio de la expansión de las compañías chinas en el mundo, las empresas automotrices europeas y estadunidenses buscan con urgencia opciones para instalar plantas de baterías eléctricas con estructuras de costos competitivas. En ese contexto, México ya ha logrado atraer algunas inversiones clave, como la de General Motors en Ramos Arizpe; BMW, en San Luis Potosí; Ford, que produce el Mustang March E en el Estado de México, y Audi, que estaría por anunciar planes para hacerlo. Sin embargo, la clave son las baterías. Hace unos días entrevisté a Carlos Zarlenga, presidente de Stellantis México y me decía que se debe definir una política agresiva para atraer la fabricación de autos eléctricos y ello tiene que ver con la producción de baterías. En la visión de Zarlenga, el tiempo es esencial porque las decisiones de manufactura se tomarán en los siguientes años y, una vez tomadas, no habrá vuelta atrás.

LOS TIEMPOS POLÍTICOS

El lunes, la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) presentará Recomendaciones para una política de electromovilidad en México. Será clave observar dónde ponen los acentos. Los tiempos políticos en México implican que, hasta 2025, estaremos en condiciones de formular una política sostenible para atraer manufactura eléctrica. Es clave que los candidatos tengan una visión muy clara; de otra forma, el país puede quedar fuera de una de las mayores oportunidades de la industria automotriz.

 

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