El año de la invasión

El año que termina fue de grandes lecciones. Aunque formalmente 2022 comenzó el 1 de enero, el hito que marca su inicio fue el 24 de febrero, cuando Vladimir Putin invadió Ucrania. La invasión mostró que los puntos de fragilidad del planeta no sólo no se resolvieron con la disminución de la pandemia, sino que se agudizaron, y deja entrever que en 2023 dichos puntos de fragilidad continuarán.

PREDICCIONES ACERTADAS Y FALLIDAS

Las agencias de inteligencia estadunidenses volvieron a reestablecer su credibilidad al anticipar que Vladimir Putin invadiría Ucrania, en su momento dicha información generó burlas del propio presidente Volodímir Zelenski y escepticismo de los líderes de Europa Occidental.

Aunque anticipar la invasión fue acertado, las propias agencias de inteligencia y los analistas no pudieron anticipar la reacción del propio Zelenski, cuando pidió armas en lugar de boletos de avión; dicho acto de heroísmo se convirtió en el catalizador para el resto de la sociedad ucraniana que logró evitar que las tropas rusas tomaran Kiev, la capital de ese país.

Además, la capacidad de Zelenski volvió a mostrar que los campos de batalla en las guerras del siglo XXI se dan también en la esfera de la opinión pública, que se ha potencializado con la penetración del internet,  los teléfonos inteligentes y las redes sociales.

Con su hábil manejo mediático, Zelenski evitó que los líderes europeos adoptaran una postura de cómoda pasividad y le dio margen al gobierno de Biden para destinar recursos financieros y bélicos para ayudar al país Europeo.

Además, las fuerzas de defensa ucranianas generaron una narrativa de victoria al mostrar que el ejército ruso es un tigre de papel, debilitado por la corrupción y la displicencia de sus generales.

LECCIONES ECONÓMICAS

En la dimensión económica, la invasión de Ucrania aceleró más la inflación y despejó el debate que planteaba que el aumento generalizado de precios era un fenómeno transitorio.

Europa se vio obligada a cortar sus lazos energéticos con Rusia lo que se sumó al aumento en el precio de los alimentos, por lo que llegaron a una inflación de doble dígito, el resto del mundo no necesariamente llegó al doble dígito en la inflación, aunque sí fue la más alta en varias décadas.

El alto nivel de los precios llevo a que los bancos centrales decidieran aumentar las tasas de interés a niveles históricos. México no fue la excepción y en la segunda mitad de 2022 enfrentamos la inflación más alta de las últimas dos décadas y, ante ello, cerraremos el año con una tasa de referencia histórica de 10.5 por ciento.

NUEVO ORDEN MUNDIAL

La decisión de Putin hizo evidente la dificultad para mantener las sanciones ante un país grande como lo es Rusia. Aunque dichas sanciones sí tuvieron un impacto sustantivo, pero no fueron tan profundas como se anticipaba y los ciudadanos rusos parecen sobrellevar los efectos.

Otros países grandes como China e India decidieron no plegarse a las medidas impuestas por las democracias occidentales, donde se incluye a Japón y Corea del Sur, lo que implica que la correlación de fuerzas ha cambiado y que ya existan varios polos de poder, que van a ir creciendo.

2022 fue un año que demostró que no habrá marcha atrás en los cambios geopolíticos profundos, aunque también termina mostrando que las sociedades siguen optando por las instituciones democráticas como en el caso de Estados Unidos y Brasil. El mundo se hizo más chico, pero más resiliente, aunque con más puntos de fragilidad.