El mandato único de Banxico

En 2022, los bancos centrales de todo el mundo tienen enfrente un reto mayúsculo que sólo es comparable con el que generó la crisis financiera del periodo 2008-2009, pero a diferencia de esa crisis, que tuvo como epicentro Wall Street, en esta ocasión, los efectos de la pandemia siguen generando ondas expansivas que no se han acabado de digerir.

Los cambios en los patrones de consumo, la fragilidad de las cadenas de suministro, los estímulos fiscales y monetarios generaron un proceso inflacionario no anticipado que se podría agudizar con los problemas geopolíticos como la inminente invasión de Ucrania por parte de Rusia. Ante ello, algunas voces han planteado que se debe permitir que haya cierto nivel de inflación para que la economía se ajuste y no se interrumpa la recuperación económica.

Hasta ahora se ha impuesto la ortodoxia en la política monetaria, sin embargo, la fragilidad de las economías y las presiones sociales que ha dejado la pandemia, hacen atractivo para los liderazgos políticos plantear cambios que flexibilicen o amplíen los mandatos de los bancos centrales, de ahí mi interés en preguntarle a Victoria Rodríguez Ceja, la nueva gobernadora del Banco de México, su opinión acerca de la propuesta para que el banco central de nuestro país tenga un mandato dual, crecimiento e inflación y lo que me contestó fue lo siguiente: “Para economías como la mexicana el contar con un mandato único, otorga más eficiencia para la estabilidad de precios; algunas economías avanzadas, como recientemente sucedió en Nueva Zelanda, tienen un mandato dual como lo tiene Estados Unidos, sin embargo, son pocas las economías que están en esta situación. En economías como la nuestra, es importante contar con un mandato único que nos permita mantener los precios estables”.

La respuesta de la banquera central es una señal muy positiva de quien estará al frente de la política monetaria hasta la segunda mitad de la próxima administración y es que aunque el Banco de México es un órgano colegiado con autonomía constitucional, la influencia que puede tener su cabeza más visible es un factor considerable, tomando en cuenta los retos que se asoman por delante. Rodríguez Ceja tiene ante sí un reto enorme, dado que la pandemia ha generado una serie de desajustes que requerirán de creatividad y audacia desde la política monetaria para seguir construyendo y comunicando a la sociedad lo valioso de lo que se ha podido construir en los últimos 27 años desde la autonomía.

De entrada, Rodríguez Ceja ya tiene un lugar en la historia como la primera mujer y la persona más joven en encabezar el banco central de nuestro país, otra fortaleza es que a diferencia de su antecesor, será difícil que el Presidente quiera antagonizar con la persona que él mismo nombró y ello también será útil cuando vuelvan a surgir iniciativas como la compra de dólares en efectivo; no será tan fácil para los legisladores acusarla de neoliberal, además de que cuenta con el respaldo de una Junta de Gobierno en la que  cuatro de los cinco miembros han sido designados por esta administración, lo cual por cierto ha sido un acierto que no se debe escatimar.

Nunca como ayer ha sido tan evidente que el Estado mexicano se beneficia de instituciones autónomas con funcionarios de carrera que van más allá de los vientos políticos, por ello, una primera gran señal en este sentido es la del mandato único.