Guerra Fría del siglo XXI

En México, como en todos los países, tendemos a vernos demasiado el ombligo y ello conlleva a que las grandes tendencias que definen al mundo nos pasan de largo, por ello es importante entender cuáles son éstas y cómo modifican el escenario económico. Además del cambio climático y la tecnología el siglo XXI, está definido por el encuentro o desencuentro entre las dos potencias del orbe, Estados Unidos y China. Hasta ahora, en la  última parte de 2021, es claro que ambos países se encuentran en camino a un escenario de Guerra Fría como la que sostuvieron Estados Unidos con la Unión Soviética, pero a diferencia de ese conflicto, en la edición siglo XXI, la ideología no juega un papel tan preponderante y se expresa más bien en el músculo económico y no tarda en intensificarse el aspecto militar.

CARRERA NUCLEAR

De acuerdo con el Financial Times, China le ha sacado ventaja nuclear a EU al probar con éxito un vehículo hipersónico suborbital que puede desplazarse cinco veces a la velocidad del sonido con capacidad de desplegar un misil nuclear. La prueba hace obsoletos los sistemas de defensa nuclear de EU, por lo que tendrá que entrar a una nueva carrera armamentista. En el pasado, tanto la Unión Soviética como la Unión Americana estuvieron a punto de cometer errores que habrían afectado a la civilización humana.

OTROS ACTORES

Además de movernos a gran velocidad a un mundo bipolar, existen otros actores que si bien no están a la escala de EU y China, también son considerables como Rusia y la Unión Europea, y justo ahí aparece otro foco de tensión. De acuerdo con Bloomberg, el gobierno de Estados Unidos le comunicó a sus socios de la OTAN que tiene información que le hace pensar que Rusia pudiera considerar invadir Ucrania. Además, recientemente Rusia destruyó un satélite viejo que dejó flotando mil 500 elementos que han puesto en riesgo a la Estación Espacial Internacional y la actividad del espacio en general.

UN FENÓMENO GLOBAL

Los efectos del cambio climático se aceleran cada vez más, retroalimentando y agudizando sequías e inundaciones y todo tipo de fenómenos meteorológicos, lo que a su vez genera cambios sociales y migraciones. Hay varios países que han colapsado totalmente, Venezuela, Haití, Líbano, Etiopía, Afganistán y otros en los que partes significativas del país se dislocan, como ejemplos México, Nigeria, Sudáfrica o Brasil con la transformación del clima, las presiones sociales se van a intensificar, lo que generará más inestabilidad. Los países desarrollados y democráticos no están exentos de retos que ponen en tela de juicio a sus democracias. Estados Unidos no ha logrado disipar la amenaza que representa Donald Trump y el espectro político continúa polarizado. Figuras como Trump, Bolsonaro, López Obrador, Duterte son la expresión de un sistema económico que ha generado mucho valor para todos, pero que al mismo tiempo lo concentra más entre aquellos que tienen capacidad de prepararse y adquirir habilidades.

La pandemia fue un catalizador de las tendencias que se venían configurando en los últimos años y nos mostró el efecto negativo de las cajas de resonancia de información que se facilitan por las plataformas de redes sociales. También mostró el potencial de la ciencia y la innovación con el desarrollo récord de vacunas en donde el estado nación juega un papel central. El siglo XXI parece ser una nueva edición de la segunda mitad del siglo XX con una Guerra Fría con aspectos más absurdos y bizarros, la diferencia es que ahora los márgenes de error han disminuido, lo que nos puede colocar en escenarios inéditos, caminamos un hielo delgado sobre aguas en donde abundan los cisnes negros, hechos de poca probabilidad y gran escala.