Impacto educativo de covid-19

Jimena, de 8 años, ya no puede asistir a sus clases virtuales en la escuela particular en la que cursa en la Ciudad de México, su mamá está mortificada porque la cadena de restaurantes a la que le daba consultoría suspendió todo gasto no esencial en el afán de sobrevivir. El hecho es que la mamá de Jimena no ha podido pagar la matrícula y ahora la niña podría perder el año escolar. Jimena es un número más que se va a sumar a las 5 millones 200 mil personas de entre 3 y 29 años que no pudo concluir el ciclo escolar 2020-2021, ello, de acuerdo con lo que reportó el Inegi en la Encuesta para la Medición del Impacto covid-19 en la Educación (ECOVID-
ED) 2020. En total, los datos del Inegi especifican que 2 millones 900 mil personas no concluirán el ciclo escolar por falta de recursos. No obstante, tomando en cuenta los datos, Jimena es una niña muy afortunada, ya que pertenece al 9.6% de los niños a nivel primaria que utilizó una computadora para sus clases a distancia, lo que contrasta con el 72% que utilizó un teléfono celular inteligente. Cualquiera que tiene niños sabe de la dificultad de tener clases a distancia, lo que se complica aún más cuando se hace a través de un teléfono celular, de las tareas mejor ni hablar. La brecha es grande.

CICATRIZ

Una de las cicatrices más profundas que dejará la pandemia, además de los fallecimientos y las secuelas de salud para los millones que han padecido covid-19, es la brecha que se abre en la educación. Además de los 5 millones 200 mil niños y jóvenes que tuvieron que abandonar sus estudios, un porcentaje muy alto ha visto afectada la calidad de su educación de manera severa, ya que no cuentan con dispositivos o servicios de telecomunicaciones adecuados. Entre los niños de 6 a 12 años, el número de alumnos que no terminó el ciclo escolar, ya sea por la pandemia o por recursos económicos, fue pequeño y sumaron 217 mil, lo que muestra que la brecha más inmediata se hará entre los jóvenes de entre 16 a 18 años que, por motivo de la pandemia, han tenido que dejar de estudiar y que ascienden a 767 mil, que se suman al millón 200 mil que lo hizo por otros motivos. Entre los jóvenes de 19 a 24 años, la deserción por motivo de covid-19 fue de 3 millones 487 mil, que se adicionan a los 4 millones 300 mil que dejaron de estudiar por otro motivo. El número de jóvenes de 25 a 29 años que fueron impactados por covid-19 y dejaron de estudiar fue de un millón 157 mil, que se suma a una enorme cantidad que ya no continuó porque tuvo que trabajar, un millón 800 mil.

JÓVENES AFECTADOS

El hecho es que covid-19 habrá afectado la preparación de 5 millones 411 mil jóvenes de entre 16 a 29 años, lo cual los dejará con un impacto permanente en su capacidad de generar ingresos, ya que el mundo laboral se sofistica cada vez más y ya incluso una licenciatura o ingeniería no es suficiente para poder cumplir con el ascenso social a través de los estudios. Este problema se suma a los que ya tenía el país en materia de deserción y calidad educativa. Un diagnóstico prepandémico lo da el Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos, de la OCDE (PISA, por sus siglas en inglés), que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en el que evalúa las habilidades entre los estudiantes de 15 años. Los datos son abrumadores, en México sólo el 1% de los estudiantes tiene nivel de competencia alto, mientras que el 35% no tiene un nivel mínimo de competencia, en contraste, el promedio de estudiantes con competencias altas de los países de la OCDE es de 16%, mientras que los que no tienen un nivel mínimo de competencia son tan sólo un 13 por ciento. La pandemia, previsiblemente, deteriorará aún más los números de México. La educación tendría que ser uno de los tres temas prioritarios del país, no lo es y los efectos durarán por generaciones...