Las democracias no saben decidir

La decisión del gobierno de Estados Unidos de permitir a aquellos que ya se hayan vacunado totalmente puedan prescindir del cubrebocas en casi todas las actividades ha vuelto a demostrar que las democracias no están preparadas para enfrentar retos abstractos y exponenciales. Además, dicha determinación demuestra que no hay curva de aprendizaje porque se vuelven a tomar decisiones por presión política sin entender a cabalidad la asimetría entre los riesgos y los beneficios. En este caso, la decisión busca generar incentivos para que más personas se vacunen, sin embargo, provocará que aquellos que están dubitativos prefieran simular que ya se vacunaron para no tener que utilizar cubrebocas. La carga de la vigilancia se traslada a negocios, que ahora tendrán que verificar si sus clientes están vacunados generando fricción en la experiencia de consumo. Los gobiernos locales y estatales se encuentran en la misma situación, por ejemplo, ante la decisión federal el gobernador de Kansas decidió retirar la obligatoriedad de utilizar el cubrebocas.

 ¿CÓMO SE TOMA UNA DECISIÓN ABSTRACTA?

Nassim Taleb, pensador de primera y autor del concepto del cisne negro escribe en su libro Antifrágil que hay dos tipos de riesgo: convexos y cóncavos, que se distinguen en términos de la simetría entre los beneficios y las pérdidas, lo que resulta en una diferencia en la magnitud de uno u otro resultado. Un riesgo convexo es aquel en el que los beneficios son inferiores a los riesgos que se aceleran en su magnitud. Por ejemplo, suspender la aplicación de la vacuna de Johnson&Johnson tiene el beneficio de evitar un riesgo muy acotado que no es estadísticamente significativo, 6 mujeres con trombosis de un universo de 7 millones de personas vacunadas, el beneficio es lineal, mientras que el riesgo es dejar de vacunar a cientos de miles de personas y por los efectos exponenciales del contagio tener un factor de aceleración a lo que se adiciona un costo inmediato que es generar dudas entre aquellos que temen por los efectos secundarios. Dicha decisión al igual que la de suspender la aplicación de AstraZeneca es convexa, los beneficios son lineales y muy inferiores a las posibles pérdidas. Un riesgo cóncavo es la utilización obligatoria del cubrebocas para frenar el covid-19. Hay un costo político para quien implanta la medida, además genera un impacto en la experiencia de consumo para algunos negocios, costo lineal, pero el beneficio es exponencial, frenar la pandemia y evitar muertes. La decisión que tomó el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de permitir que las personas vacunadas no utilicen el cubrebocas es un riesgo convexo, incluso en la dimensión política, en caso de que tenga éxito, le quitará un poco de presión a Biden; en contraste, el riesgo es que detone una nueva ola que acelere las muertes y provoque nuevas medidas de confinamiento, con un costo político enorme.

ABSTRACTO Y EXPONENCIAL

Los problemas abstractos requieren asumir costos de corto plazo para obtener resultados en el mediano y, sobre todo, en el largo plazo, lo que hace difícil que los liderazgos políticos tengan la voluntad para asumir dichos costos. En el caso de México, creo que muchas veces ni siquiera hay capacidad para visibilizar los problemas abstractos. Los problemas exponenciales, por otro lado, requieren medidas extremas y es muy difícil que una sociedad democrática pueda digerirlas, por ejemplo, pocos países grandes y democráticos podrían haber implantado un confinamiento tan radical y súbito como el que implantó China, en Wuhan.

LA DEMOCRACIA

Creo que la democracia es un mejor sistema porque el gobernante recibe la retroalimentación de las urnas, lo que ayuda a acotar la magnitud de los errores. Aún con el populismo por más manipulación que haya, la realidad se impone por lo que más temprano que tarde se manifiesta en las urnas. De haber democracia en Venezuela o Cuba hace tiempo que tendrían a otros gobernantes. Sin embargo, en situaciones límite como la pandemia, la inflación, el cambio climático o la inteligencia artificial se requieren estructuras técnicas que sean más duraderas que los liderazgos políticos.