Las razones de Buenrostro  en Economía

Después de la súbita salida de Tatiana Clouthier de la Secretaría de Economía hubo incertidumbre con respecto al proceso más urgente que hoy está en las manos de esa dependencia y que se refiere a la negociación con la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR). La inquietud se amplificó cuando la nueva secretaria de Economía, Raquel Buenrostro, despidió a todo el equipo involucrado en dicha negociación. En su comparecencia ante los senadores dio un posible indicio y dijo que, como parte del proceso de consultas, se habían planteado unas preguntas que se respondieron parcialmente y luego hubo una segunda ronda de preguntas, cuyo plazo de respuesta venció el 3 de octubre, tres días antes de que Clouthier asistiera a la Mañanera para despedirse formalmente del cargo. De acuerdo al diagnóstico de Buenrostro había falta de coordinación en el Ejecutivo porque no se citaba al sector energético y se pretendió dar respuestas puramente jurídicas, se puede suponer que se refiere a que los funcionarios de Economía no citaban a la Secretaría de Energía, Pemex y CFE para formular las respuestas.

NO HUBO TRANSICIÓN

De acuerdo con Buenrostro, tuvieron que pedir a Katherine Tai, titular del USTR, que mandara nuevamente las preguntas. ¿Por qué no se las pidió al equipo saliente? ¿Los despidió sin asegurar la información antes? El punto es que la embajadora Tai habrá entendido que fue un relevo apresurado y brusco que le daría tiempo a Buenrostro de reiniciar el proceso. Además, con dicha explicación Buenrostro, de alguna manera, justificó de manera velada los despidos que a su juicio implicaría no dar respuesta en tiempo y forma, en parte derivado de una falta de coordinación con otras áreas del Ejecutivo, principalmente la Secretaría de Energía, y lo peor sería que no hubiesen compartido información. No obstante, los funcionarios salientes tendrán otra opinión sobre todo porque muchos de ellos gozan de buena reputación y parece poco acertado hacer cambios tan abruptos y recomenzar con el USTR desde cero.

LA LEY Y LOS AMPAROS

La funcionaria afirmó ante legisladores que el punto más delicado se refiere a las inquietudes relativas a la Ley Eléctrica que se aprobó en 2021 y que la Suprema Corte suspendió en los componentes que más preocupan a Estados Unidos, por lo que sigue vigente la Ley de 2014 y, por lo tanto, no hay materia de inconformidad en tanto no se está aplicando dicha legislación. No obstante, es obvio que esa respuesta no va a satisfacer al USTR dado que la intención del gobierno mexicano es sacar adelante esa legislación y si bien el partido en el poder, Morena, no tuvo los votos para sacar una reforma constitucional, la intención de impulsarla es un mal precedente y deja en una situación precaria las inversiones realizadas y las que podrían materializarse. La característica esencial de un acuerdo de comercio es generar certeza y ello no se resuelve al afirmar que los amparos de las empresas son el dique de contención por donde se desahogan las quejas. Además de que hay un riesgo latente de que pudiera volver a intentar captar los votos en el Senado para sacarla adelante, aun así chocaría con el T-MEC. Otro de los puntos de inquietud del USTR, de acuerdo con la funcionaria, son la falta de claridad en cuanto a los trámites que tienen que seguir las empresas energéticas. Aunque la secretaria Raquel Buenrostro considera que será cuestión de explicarles, no será sencillo considerando que entes como la Comisión Reguladora de Energía se han convertido en un apéndice del Ejecutivo y un dique de trámites y ése es sólo uno de los componentes del entramado regulatorio que ha frenado las inversiones en renovables.

Creo que Raquel Buenrostro es muy inteligente, pero cometió un error al despedir al equipo negociador y no será sencillo arrancar de cero, por lo que, aun con la buena voluntad de Estados Unidos, hay muchos riesgos en la negociación y es pésima idea mandar una señal de incertidumbre cuando se asoma una recesión.