Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

25 Ene, 2020

Más allá del PIB, Qualtrium

La próxima semana, el 30 de enero para ser exactos, saldrá el dato de la estimación del Producto Interno Bruto (PIB)del cuarto trimestre y con ello sabremos cómo le fue a la economía nacional en 2019. Es un hecho que el dato será 0.0 y algún decimal hacia arriba o abajo. El asunto se va a analizar y diagnosticar aunque poco se hablará del problema de fondo de la economía que es la baja productividad.

Los datos más recientes del Índice Global de Productividad Laboral de la Economía correspondiente al tercer trimestre del año pasado mostraron un retroceso de 1.8 por ciento en comparación anual, la caída en la productividad no es un fenómeno reciente y en la última década se ubicado en un nivel subóptimo.

De los 35 países de la OCDE México ocupa el penúltimo lugar en productividad únicamente por encima de Luxemburgo y ante ello la pregunta que surge es: ¿Porqué México es tan improductivo? La respuesta la dio a conocer el INEGI el 16 de diciembre pasado en el reporte de la Medición de la Economía Informal 2003-2018, en el que se muestra que 43 por ciento de las personas empleadas en México lo hacen en una empresa formal y producen 77.5 por ciento del PIB mientras que el restante 56 por ciento se encuentra en la informalidad produce únicamente el 22 por ciento del PIB, es decir que poco más de la mitad de la fuerza laboral es muy poco productiva.

En su libro Esfuerzos mal recompensados, Santiago Levy plasma con datos muy puntuales como la mayor parte de los recursos humanos y materiales se van a empresas informales que resultan muy poco productivas y como dicha situación genera una enorme distorsión en la economía que a su vez redunda en baja productividad, baja captación de impuestos, falta de crecimiento, entre muchos otros. Además las empresas formales tampoco tienen tanto acceso a crédito competitivo muchas veces por falta de institucionalización y por no tener visibilidad de cara a las fuentes de financiamiento. 

No obstante, hay condiciones para que México incremente su productividad de manera sustantiva, la clave es llevar financiamiento a las empresas pequeñas y medianas que son el corazón económico de México pero que padecen de baja productividad debido a que muchas de ellas no pueden invertir en tecnología, capital de trabajo y capacitación ante las barreras propias y externas para acceder al crédito dado que no necesariamente hablan el mismo idioma de los bancos ni las entidades de capital privado. De acuerdo a McKinsey la brecha de crédito en México asciende a 60 mil millones de dólares de los cuales el 75 por ciento está representada por empresas que van de 10 hasta 250 empleados. En ese contexto un grupo de emprendedores detectó desde 2016 la problemática y vislumbraron su solución y crearon Qualtrium. El nombre está inspirado en la cafetería de la escuela de negocios de Northwestern University que se llama The Atrium y con esa inspiración surgieron con el objetivo de convertirse en un puente entre las compañías familiares que hoy no tienen acceso al crédito y los bancos y fondos de inversión. La idea de Qualtrium es lograrlo a través de la tecnología y además generar contenido para las empresas familiares que les ayude a las empresas a tomar mejores decisiones de corto, mediano y largo plazo. La idea de cara a las empresas implica tres componentes: tener un diagnóstico que arrojará un Qualt Score, que tendrá la doble función de identificar áreas de oportunidad y mejora, así como darles información a los inversionistas, en segundo lugar conectarlos de manera transparente con fuentes de capital y en tercer lugar acompañar a las empresa con tecnología y de manera personalizada. Uno de los aspectos interesantes de Qualtrium es que tienen claro que para lograr un cambio es necesaria la paciencia, resiliencia y trabajo duro en equipo.

 

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