Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

15 Jul, 2023

México ante la inteligencia artificial

Los presidentes ejecutivos de Microsoft, Google y Amazon coinciden en que nos encontramos ante una revolución tecnológica profunda, de magnitud similar a cuando la Revolución Industrial entró en una nueva fase con la llegada de la electricidad, dejando atrás los motores a vapor. El catalizador de esta tecnología para el gran público fue el debut de ChatGPT; quienes tuvieron contacto previo con la inteligencia artificial regenerativa se percataron de las enormes implicaciones de esta tecnología. A diferencia del cambio que significó la electricidad, que tardó décadas en adoptarse, la inteligencia artificial es una revolución mucho más rápida, dejando poco tiempo para adaptarse. Por ello, es indispensable que las empresas y los países definan una estrategia para entender las oportunidades y desafíos que presenta.

TRES COMPONENTES

Primero, hay que entender que existen tres componentes en la inteligencia artificial regenerativa: el primero son los GPU (Graphic Processor Unit), que trabajan en conjunto con los CPU (Central Processing Units). Hasta ahora, Nvidia, una empresa que inició hace 30 años con un enfoque en videojuegos, ha sido el jugador clave en estos componentes, manteniendo una ventaja de un par de años. Esto ha ocasionado un cuello de botella y listas de espera para muchas compañías que están desarrollando sistemas de inteligencia artificial y que esperan sus semiconductores para poder desarrollar, entrenar y avanzar. En este ámbito, empresas como Intel, AMD, ARM, Amazon, Samsung y varios competidores chinos buscan alcanzar a Nvidia, y probablemente lo harán en los siguientes 24 meses.

El segundo componente son los modelos fundacionales de lenguaje natural que, hoy en día, son desarrollados por Google, OpenAI, Microsoft, Amazon, Meta, Inflection, Anthropic, xAI, empresas chinas y otros más. Entrenar estos modelos requiere de miles de millones de dólares, además de un importante talento humano, lo que los hace intensivos en capital.

El tercer componente se refiere a la aplicación orientada a las empresas. En este aspecto, hay una enorme oportunidad para consultores, habilitadores y técnicos que ayuden a empresas y gobiernos a potenciar sus bases de datos y las técnicas de entrenamiento específicas de los modelos.

EL ÁNGULO MEXICANO

En los próximos años, México no tiene una viabilidad realista para ser un jugador clave en semiconductores. Aunque Intel tiene una operación significativa en Jalisco, la densidad de talento necesario y las condiciones actuales hacen difícil pensar en un cambio significativo en los próximos dos años. Sin embargo, existe un potencial enorme para empezar a crear los eslabones de talento e infraestructura que permitan adquirir relevancia en el futuro. En cuanto a los modelos fundacionales, es poco probable que haya empresarios locales dispuestos a invertir miles de millones de dólares para desarrollar y entrenar modelos propios que puedan competir con los grandes jugadores tecnológicos globales en los próximos dos años. Es una inversión arriesgadas con barreras de entrada de capital y, sobre todo, de talento.

LA OPORTUNIDAD

México debe definir una visión y establecer una estrategia en la adopción de la tecnología, lo que implica tener una clara visión de la estructura de los datos, definir una política de datos, conceptualizar cambios operativos con la adopción de esta tecnología y establecer criterios éticos de operación. La administración pública federal debe reflexionar de la misma manera que el sector privado para entender cómo potenciar los servicios utilizando el acervo de datos que tiene en su poder.

LA VISIÓN

En una entrevista reciente, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, le dijo a Lex Fridman que, después de leer una novela que le hizo visible el escenario de la ciberseguridad, convocó a su equipo para convertir a Israel en uno de los centros neurálgicos en esta materia a nivel mundial y tras conversaciones sobre inteligencia artificial con Elon Musk y Sam Altman tiene claro que es un fenómeno mucho más grande que la ciberseguridad y por ello está determinado a que su país juegue un papel clave. En México, aún estamos inmersos en una discusión del siglo pasado de refinerías y trenes. Es importante la definición del papel que vamos a desempeñar ante esta revolución. Debemos exigir a los candidatos presidenciales que definan un plan más allá de declaraciones o propuestas de seguridad apalancadas en una visión hueca de la inteligencia artificial. El sector privado haría mal en esperar a que el gobierno tome la iniciativa; éste es un gran momento para México, pero debemos actuar con sentido de urgencia.

 

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