México, ausente del siglo XXI

En la tercera década del siglo XXI, los cuatro grandes temas globales son: la relación/rivalidad entre China y Estados Unidos, el fin de la globalización y la fragmentación económica, el calentamiento global y la inteligencia artificial.

PAÍSES CLAVE

Los países relevantes van definiendo posturas estratégicas y las armonizan con su política doméstica, por ejemplo, Alemania. La mayor economía europea tiene dos fuerzas opuestas con respecto a China. Por un lado, la agenda de las grandes corporaciones y el interés económico que encuentran en China, que es su mayor socio comercial fuera del contexto de la Unión Europea. Por otro lado, Alemania ha definido su estrategia de seguridad nacional hacia China en términos de rivalidad sistémica. Una de las lecciones que Alemania aprendió con la invasión a Ucrania por parte de Rusia es no generar dependencia económica de países que puedan resultar antagónicos. En cuanto al cambio climático, Alemania ha definido desde hace décadas una agenda verde. Sin embargo, políticamente, la energía nuclear es un tema tabú. En cuanto al mundo fragmentado en lo económico, Alemania tiene claridad de que su relevancia económica está apalancada en la fortaleza conjunta de la Unión Europea, bajo parámetros de disciplina fiscal. En cuanto a la inteligencia artificial, todavía está evaluando la posibilidad de financiar el Large European AI Models (LEAM), aunque no parece muy convencida.

Japón comparte varios puntos de vista con Alemania, con la excepción de que no cuenta con la Unión Europea. Brasil, con Lula, ha decidido alinearse geopolíticamente con su principal socio comercial, que es China, y alejarse de la influencia de Estados Unidos, lo que quedó claro con la visita que hizo para encontrarse con Xi Jinping. Esto ha implicado acercarse a Rusia en el contexto de la invasión a Ucrania. En lo económico, además de alinearse con China, la palanca de desarrollo potencial de Brasil es el Mercosur, aunque, dada la debilidad de sus componentes, esto es una realidad distante. En cuanto a la agenda verde, Brasil tiene una posición de tensión, ya que es el custodio de la selva amazónica. Con Bolsonaro se prefería sacrificar la preservación ambiental en aras del desarrollo, con Lula hay una postura de mayor cuidado a la selva en función del componente social de los habitantes de esa zona. En cuanto a la agenda verde, Brasil ha definido medidas para promover la electromovilidad, lo que permite que hoy tenga el mayor número de autos eléctricos en circulación. En cuanto a la inteligencia artificial, Brasil cuenta con un entorno emprendedor vibrante y es uno de los países con los que se reunirá Sam Altman, fundador de OpenAI, quien está de gira por el mundo para hablar de la regulación que requiere la inteligencia artificial.

EL PESO DE MÉXICO

México es la quinta mayor economía del planeta y el décimo país más poblado de la Tierra, con una posición geográfica de gran relevancia debido a su vecindad y lazos económicos significativos con la mayor economía del planeta, así como su acceso al Atlántico y al Pacífico, y afinidad cultural con América Latina, una región extensa. México es uno de los 10 o 15 países más relevantes del mundo. Sin embargo, su agenda en relación a los cuatro temas clave está desdibujada.

En cuanto a la relación entre Estados Unidos y China, no tenemos una definición estratégica clara con nuestro primer y segundo socios comerciales por volumen. Si vamos a alinearnos como lo hacemos de facto con EU, debemos establecer nuestras alternativas de negociación. Por ejemplo, si el gobierno de Biden no quiere que México utilice infraestructura de Huawei o que la nación asiática participe en proyectos de infraestructura o que la cancillería presione al gobierno de Xi Jinping sobre el tema del fentanilo, debemos definir cómo encajan esas posturas y cómo aceleramos el nearshoring con criterios constructivos y que ayuden a potenciar la proveeduría nacional. En cuanto al mundo fragmentado comercialmente, como país, no hemos discutido cómo se puede hacer más grande la región de Norteamérica y si conviene ampliarla a otros países como Colombia, Chile o incluso el Reino Unido. En cuanto al cambio climático, además de generar un plan realista para cambiar la matriz energética, ¿qué estamos haciendo como política para convertirnos en el jugador más relevante en materia de autos eléctricos? ¿Qué ofrecemos como políticas para impulsar la electromovilidad? Hasta ahora, casi nada. En cuanto a la inteligencia artificial, simplemente no estamos participando en la discusión, por alguna razón Sam Altman no vino a México. En el mejor de los casos, parece ser un tema exótico y curioso y no una realidad económica inminente. México no es un país de segundo orden, pero a veces se comporta como tal. Si México quiere tener un papel significativo en el mundo, debe definir sus posturas estratégicas y armonizarlas con su política doméstica.