Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

10 Oct, 2020

No time to open

James Bond se encontró una vez más en un predicamento, arriesgar su vida para salvar a otros o salvarse así mismo. Esta vez el agente no tan secreto optó por la salida menos honorable y prefirió salvarse a sí mismo.

Bond no está solo, pues Universal Pictures hizo lo propio en el verano: decidió prescindir de las salas de exhibición y lanzar como contenido bajo demanda directamente a los hogares Trolls, una película para niños. Disney hizo lo mismo con Mulan a través de su plataforma de contenido bajo demanda. Hubo valientes, como Warner, compañía que lanzó Tenet, la cual apenas logró en taquilla una cuarta parte de los 200 millones de dólares que tuvo de presupuesto. El anuncio de Bond llevó a que la segunda mayor cadena de cines en el mundo, Cineworld Group, decidiera cerrar de aquí y hasta el próximo año 663 salas de cine en Estados Unidos y Reino Unido, dejando sin ingresos a 45 mil trabajadores. La decisión de Cineworld se da en el contexto de un desplome de 70 por ciento en sus ingresos en la primera mitad del año.

La decisión que tomó Cineworld da una idea de lo que está ocurriendo con las cadenas de cines en México. En nuestro país, las dos principales exhibidoras no cotizan en los mercados accionarios, por lo que no sabemos exactamente cuál es su posición de efectivo, gastos de operación y caída en ingresos, aunque la propia Canacine habla de un descenso en las taquillas del 98 por ciento. Cinemex cuenta con tres mil 55 salas y Cinépolis tiene tres mil 988 en el país. Existen, además, otros jugadores más pequeños, como Cinebox, con 80 salas, y Citicinemas, con 62.

 

LAS DOS GRANDES

En esta etapa del covid-19 es sensato considerar que toda la industria está en peligro, aunque Cinépolis podría tener una posición no tan crítica o corrió un riesgo importante al adquirir hace unos meses el 2.4 por ciento de las acciones de Cinemark, junto con ejecutivos y miembros de la familia Ramírez, quienes habrían comprado 6.1 por ciento. La operación tiene sentido financiero sobre todo si se adquirieron los títulos a buen precio dado que Cinemark es la tercera mayor operadora de salas de cine en Estados Unidos, la primera en Brasil y Argentina así como la segunda en Chile. En todos estos mercados, salvo en la Unión Americana, es la principal competencia de la empresa mexicana. De acuerdo con su reporte del segundo trimestre, Cinemark tuvo una caída de 99 por ciento en sus ingresos al pasar de 957 millones de dólares hace un año, a 8 millones 974 mil dólares en 2020. Además, Cinépolis se encuentra muy diversificada, pues cuenta con presencia en mercados de taquilla —como en la India, (donde opera 367 salas), en España, en Indonesia e incluso en la región de Medio Oriente—. Cinemex, por su parte, tiene el respaldo de Grupo México, por lo que podría hacerse más pequeña, pero se antoja remoto que entre en un proceso de liquidación.

 

SEQUÍA

La sequía de estrenos podría extenderse hasta febrero o marzo del próximo año, por lo que no deben tardar los ajustes en las grandes cadenas de cine mexicanas, pues aunque se permitiera una mayor apertura no sería sencillo remontar la desconfianza y mucho menos sin grandes estrenos. La pregunta que todavía no tiene respuesta es: ¿Qué tan permanente será el cambio de patrones de consumo para el cine después de casi 12 meses en los que el público dejó de pisar una sala de cine? Una buena parte de esos consumidores habrá incursionado por primera vez en las plataformas de contenido bajo demanda.

Netflix, por ejemplo, reportó que en la primera mitad del año registró 26 millones de nuevos suscriptores pagados en el mundo, lo que implica el doble que el año pasado, Disney Plus ha tenido un crecimiento acelerado y se espera que este año llegue a 72 millones 400 mil usuarios en el mundo. México ha llevado un ritmo más lento de adopción por la diferencia de poder adquisitivo y conectividad, sin embargo, el covid-19 puede ser el catalizador del cambio.

En marzo del próximo año veremos si el cambio es permanente o transitorio. Por ahora ya tenemos una certeza: la nueva saga de Bond, que se titula: No time to die, que se traduce como “no es tiempo para morir”, se debería llamar No time to open, “no es tiempo de abrir” o mejor aún: It’s time to cry for the cinema.

 

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