A un año del primer caso

Parece que fue hace mucho cuando se registró el primer caso oficial de covid-19 en México, pero fue exactamente hace un año. Aquel jueves 27 de febrero, uno de los temas principales de la agenda pública en nuestro país era el 9 de marzo y el creciente apoyo que generaba el movimiento #Undíasinnosotras que buscaba protestar por los feminicidios.

En ese momento, en los chats de Whatsapp circulaba un video titulado: “Covid-19 the real numbers that will make you feel safe”, en donde un personaje bien intencionado, pero no muy listo hacía estadísticas de tres pesos en las que planteaba que si eras menor de 50 años y vivías fuera de China era más fácil que te ganaras la lotería a que murieras por covid-19.

Las personas fallecidas a causa de covid-19 ya suman más de dos millones y medio y un total de 114 millones han dado positivo a la enfermedad. En México, van más de 184 mil personas fallecidas de manera oficial y más de dos millones contagiados, aunque es necesario aclarar que nuestro país es uno de los que tiene un mayor subregistro debido a que, desde entonces hasta ahora, se optó por hacer pocas pruebas.

De acuerdo a Rage, el libro de Bob Woodward, casi un mes antes, el 28 de enero de 2020, en una reunión en la Casa Blanca, el asesor de seguridad nacional Robert O’Brien le dijo a Trump que el brote del virus en China sería el mayor reto de seguridad nacional que enfrentaría en su mandato. Obviamente Trump no lo consideró así y las consecuencias son que Estados Unidos ocupa el primer lugar en fallecimientos por covid-19. La Organización Mundial de la Salud (OMS) todavía tardaría hasta el 11 de marzo de 2020 en declarar la emergencia sanitaria como pandemia, a pesar de que China había puesto, desde finales de enero, en cuarentena severa a Wuhan, ciudad que se identifica como el epicentro del brote. Aunque desde finales de enero de 2020 investigadores en Alemania ya habían detectado que los asintomáticos contagian, la OMS se tardaría eternos meses en reconocerlo. Lo mismo ocurrió con los cubrebocas, que en ese entonces sólo se recomendaban para los enfermos y el personal médico. En reconocer el efecto de los aerosoles en la difusión del virus las autoridades del mundo tardarían una eternidad.

 EL IMPACTO ECONÓMICO

Hace un año no se anticipaba el enorme impacto económico que tendría la pandemia como resultado de la pérdida de confianza y el confinamiento en todo el planeta. En su World Economic Outlook de enero de 2020, el Fondo Monetario Internacional proyectaba que el mundo tendría un crecimiento de 3.3 por ciento, Estados Unidos tendrías un avance de dos por ciento y para México se estimaba un avance de uno por ciento. El Banco de México había actualizado su pronóstico a la baja y estimaba un rango de crecimiento de entre 0.5 por ciento a 1.5 por ciento. Es obvio que nadie tenía la menor idea del impacto que tendría la pandemia, pues el Producto Interno Bruto global se contrajo en 2020 -3.5 por ciento, el de Estados Unidos cayó 3.4 por ciento y México 8.5 por ciento.

 ¿QUÉ APRENDIMOS?

Las lecciones que nos deja la pandemia son varias, para mí, la más evidente es que la sociedad humana es muy mala para lidiar con problemas exponenciales. Los líderes políticos no fueron los únicos que subestimaron la pandemia, también lo hicieron los liderazgos empresariales e incluso las autoridades de salud de todo el orbe. Hubo algunos países mejores que otros como Australia, Taiwán, Singapur y Corea del Sur, que pusieron el ejemplo en la contención temprana, y un poco más abajo Alemania y China. En la vacunación, países como Israel y Chile han mostrado eficacia. El Covid Resilience Ranking, de Bloomberg, ubica a nuestro país al fondo de la tabla junto con otros países como Perú y Brasil. La incapacidad para lidiar con problemas exponenciales e internacionales nos muestra que no estamos listos para enfrentar al cambio climático o la inteligencia artificial. En conclusión, la pandemia no ayudó a que la sociedad humana aplanara la curva de aprendizaje.