De billones a millones

En la industria de la aviación se dice que los billonarios se convierten en millonarios con una aerolínea. La industria es tan competitiva y difícil que, ante un pequeño descuido, las bolas de nieve se hacen más grandes e imposibles de parar. Lo que, al principio, a los ojos de un empresario, parece una industria “sexy” y glamurosa, eventualmente se transforma en una enorme aspiradora de capital.

Desde la desregulación gubernamental del sector de transporte aéreo, en los años noventa, a la fecha, en México múltiples consolidaciones, fusiones y quiebras han hecho de la aviación una industria sumamente competitiva. Vienen a la mente casos como Taesa y Mexicana, cuyos malos manejos, políticas gubernamentales e, incluso, la preferencias presidenciales las llevaron a la quiebra.

No hubo como la pandemia de covid-19 para acelerar los cambios y la muerte de los viejos modelos. En un giro inesperado, Aeroméxico se vio al borde de la quiebra e incluso entró en el Capítulo 11 en EU, en 2020, un mecanismo para poder reestructurar sus deudas. Un fondo de inversión le inyectó mil millones de dólares para salvarla, imponiendo condiciones muy duras de reestructuración. Otras aerolíneas cayeron en el mismo problema y las dificultades que venían arrastrando desde antes se multiplicaron.

Es el caso de Interjet, que desapareció del mapa, dejando una deuda de aproximadamente 1,200 mdd, lo que contribuyó a que el número de pasajeros transportados por aerolíneas nacionales haya caído a principios de este año. La situación fue tan grave con esta empresa, que dejó adeudos con autoridades hacendarias, como el SAT, aeropuertos, arrendadores de aviones, proveedores y otros. El presidente de la empresa, Miguel Alemán, heredero de una gran fortuna, intentó utilizar su influencia en el gobierno de la Cuarta Transformación, pero fue rechazado y requerido de pago. Esta semana, incluso, se publicó que ha sido penalmente requerido y enfrenta cargos de defraudación al fisco. Existe ya una ficha roja de la Interpol para localizarlo.

Ante este panorama, la IATA considera que la recuperación de la industria a niveles de 2019 se dará hasta el 2024. Mientras en la Unión Europea y en Estados Unidos se apoyó a esta industria con capital o incentivos fiscales (200 mil millones de dólares de incentivos fiscales), México no apoyó en nada a esta industria. Además de ello, algunas empresas nacionales fueron, al igual que antes, manejadas como el juguete familiar o estancadas en una cultura interna tóxica para, eventualmente, crear grandes problemas.

Si a esto sumamos las malas decisiones del gobierno de AMLO en la aviación, como la incertidumbre de su nuevo aeropuerto, la reconfiguración del espacio aéreo, la baja de la categoría por parte del gobierno de EU y la incertidumbre por la pandemia, no sorprendería la muerte de otra aerolínea o complicaciones financieras para otra como Aeromar.

Así, en el caso de Interjet, no sólo el multimillonario perdió millones, sino que ahora enfrenta serios cargos penales.

Y EL TURISMO, EN CRISIS…

Al igual que la industria de la aviación, la industria del turismo fue abandonada a su suerte con el covid. No sólo desaparecieron los fondos gubernamentales de promoción turística, sino que el Fonatur es ahora la agencia del Tren Maya del gobierno.