El balazo en el pie

Fecha límite: 10 de junio. Retórica encendida, base electoral alebrestada. Durante su gira por el Reino Unido, el presidente Donald Trump anunció mediante Twitter que su administración impondrá aranceles a las importaciones mexicanas a partir de la fecha fatal.

La condición inalcanzable: detener el flujo de migrantes centroamericanos que cruzan nuestro país para llegar a Estados Unidos.

Imagínense una escena: Donald Trump toma una pistola y se da un balazo en el pie, lo que le impedirá caminar por un tiempo indefinido.

Ahora, traslademos esta escena al mundo real; sin duda, los primeros afectados por los aranceles que impondrá, no serán los consumidores mexicanos, sino los estadunidenses.

Primeramente, los consumidores estadunidenses serán quienes paguen el aumento de precio de los productos mexicanos que llegan a sus tiendas de conveniencia, a los supermercados.

Y el tema no es sólo alimenticio con productos agrícolas como frutas y verduras, sino que también se verán afectadas industrias como la automotriz.

En caso de que nuestro país no tome las medidas caprichosas que exige la frustración de Trump, es decir, de reducir o eliminar drásticamente el número de migrantes que cruzan hacia Estados Unidos, las tarifas se incrementarán al 10% el 1 de julio, después 5% cada mes hasta que alcancen el 25% en octubre.

Ahora bien, ¿qué pasará con los productos que ya no se puedan exportar a México a precios competitivos? Según expertos, los productos tendrían que quedarse en México para consumirse en el mercado interno, pero a un menor precio, lo que desembocaría en menores ganancias. En lo que respecta a la postura de México, sin duda deja mucho que desear. Es una postura tibia, donde el secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, mencionó que confía en que existe 80% de probabilidades de que sí habrá una negociación con la administración estadunidense sobre la aplicación de estos aranceles.

Por su parte, López Obrador se limitó a decir en su mañanera que confía en el diálogo que sostendrá el canciller el día de hoy con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, reiterando que desea seguir siendo amigo de Donald Trump, a pesar de los comentarios negativos que ha arrojado el presidente de Estados Unidos en la red social del pajarito, diciendo que el diálogo con México no resuelve el problema.

Mientras tanto, estados de la Unión Americana como Texas, base electoral de Trump, sufrirán los efectos casi inmediatos.

El balazo en el pie, pues.