El futbol y la arena política

En Argentina y Brasil es un tema en el que sus presidentes han intervenido. Desde los años setenta y ochenta, el futbol se vio como un tema no sólo comercial, sino hasta político. En México, este deporte ha sido tradicionalmente transmitido por las grandes cadenas de televisión nacionales. Es, sin duda, un deporte cuyo impacto va más allá de los generadores de contenidos y las cadenas de televisión a nivel mundial, también para los políticos.

Es por ello que la fusión de Disney y Fox es tan relevante. El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) pondrá sobre la mesa el día de hoy o mañana la fusión de dos grandes potencias del entretenimiento a nivel mundial, cuyo alcance incluye no sólo contenidos para niños, cadenas de televisión y otros servicios, sino también el futbol. Esta fusión fue dada a conocer por ambas compañías en abril de 2018, pero quedó sujeta a la validación y aprobación de las autoridades reguladoras en cada país donde tienen presencia, incluyendo el nuestro.

En el caso de México, el IFT será el encargado de resolver los impactos de esta concentración, una operación por más de 71 mil 300 millones de dólares que ya fue aprobada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos en junio de 2018. Esta concentración es, sin duda, controversial para dos bandos: entre quienes la ven con buenos ojos y los que alertan sobre la creación de un monopolio que afectaría a los aficionados al futbol, quienes corren el riesgo de ya no poder ver sus partidos en la televisión abierta.

Es tal la importancia de este tema que hasta el propio presidente López Obrador ha entrado al debate. En una de sus conferencias mañaneras acusó la existencia de un conflicto de interés en la posible aprobación; esto derivado de que varios funcionarios que trabajaron en la Comisión Federal de Competencia Económica ahora operan como representantes legales en México de Disney y Fox.

Por lo pronto, la Cofece aprobó en días pasados, de acuerdo con sus atribuciones, la fusión sólo en lo referente a la distribución cinematográfica, streaming, música, espectáculos en vivo, libros y videojuegos, dejando al aire los deportes.

Lo cierto es que, de acuerdo con algunos analistas, se puede dejar en desventaja a algunos equipos de futbol, ya que actualmente Fox Sports es dueño de la exclusividad en los derechos de transmisión de León, Pachuca, Monterrey y Tijuana. Si se fusiona con ESPN ambas cadenas tendrán el control de la Champions League, la Copa Libertadores, el Mundial de Clubes, la Copa MX y su Liga Femenil, eliminatorias europeas y ligas de Italia, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica, Holanda y Argentina.

Con esto, lo único que todavía se podrá ver por televisión abierta serán los partidos donde participen el Club América, Chivas, Cruz Azul, Pumas, Lobos BUAP, Toluca y Necaxa por Televisa, y al Veracruz, Atlas, Puebla y Morelia por TV Azteca, además de los partidos de la Selección Mexicana.

Por ahora, el asunto queda en manos del Instituto Federal de Telecomunicaciones, cuyo presidente, Gabriel Contreras, garantizó que la concentración Disney-Fox se resolverá estrictamente y conforme a las normas del derecho mexicano.