Urzúa y la digitalización

En la última década, América Latina ha alcanzado importantes avances en materia de transformación digital del gobierno, enfocándose en la digitalización, simplificación de los trámites y la expansión de los servicios digitales que han ayudado a la transición de gobiernos electrónicos, a gobiernos digitales. En este contexto, esta semana se llevó a cabo en la Ciudad de México el Seminario CAF, evento organizado por el Banco de Desarrollo de América Latina, institución que desde hace más de 40 años apoya la estructura técnica y financiera de proyectos de los sectores público y privado de América Latina; y de la que México es miembro accionista desde 1990. En este evento se dieron cita diferentes personalidades del gobierno federal, la iniciativa privada y la sociedad civil para debatir la agenda digital de la región.

Uno de los principales invitados fue el secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Carlos Urzúa Macías, quien aprovechó el espacio para hablar de la inminente necesidad de herramientas digitales que contribuyan a la eficiencia del gobierno federal, haciendo énfasis en que los métodos actuales para la adquisición de bienes para los gobiernos, en todos los niveles (federal, estatal y municipal) son arcaicos, primitivos y fáciles de corromper, por lo que una forma de combatir y contribuir a la transparencia, sería implementar una total digitalización, en la que hacer las compras de gobierno sea tan simple, como hacer una compra en Amazon.

Pero la digitalización del gobierno no sólo le conviene a las instituciones, sino también a los mexicanos que sean beneficiarios de programas sociales.

Para el secretario Urzúa, una digitalización en masa permitiría que los apoyos sociales puedan recibirse a través de cualquier smartphone, dejando de lado las tarjetas bancarias o incluso el efectivo. Esto representaría un ahorro considerable en cuanto a la compra de insumos, contratación de personal y otros aspectos que sangran el bolsillo de las instituciones; también, beneficiaría la distribución de los recursos, sobre todo, en zonas rurales, donde la penetración financiera es muy baja, en comparación con otros países de América Latina.

Pero México no va sólo rumbo a la digitalización, actualmente, ya cuenta con herramientas que ayudarán a avanzar al sistema financiero. Por ejemplo, la Ley para la Regulación de las Instituciones de Tecnología Financiera, mejor conocida como Ley Fintech, promulgada hace un año durante el gobierno del expresidente Enrique Peña Nieto. Esta ley logra su objetivo de ser un marco regulatorio para impulsar a la industria, cumple con todos los estándares internacionales y seguramente ayudará a avanzar más, para modernizar el sistema financiero y la digitalización de la economía.

*Socio de www.techonomics.mx