Lo que un mentor puede hacer por ti

Porque un mentor es un maestro y un maestro también es un mentor, no hay que olvidar todos los conocimientos y experiencia que le puedes aprender
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Un mentor es sinónimo de acceso a conocimientos (y sobre todo experiencia) que de otra forma dejarías pasar. Foto: Especial
Un mentor es sinónimo de acceso a conocimientos (y sobre todo experiencia) que de otra forma dejarías pasar. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.- Tener un mentor puede elevar tus capacidades profesionales de forma exponencial, más aún si te tomas el tiempo necesario para desarrollar una estrecha relación con él.

Un mentor es sinónimo de acceso a conocimientos (y sobre todo experiencia) que de otra forma dejarías pasar o te llevaría mucho tiempo y esfuerzo comprender.

Sin embargo, eso no es todo… finalmente, un mentor también puede terminar siendo un gran amigo. Porque te conoce. O algo nada despreciable: un socio de tu empresa.

Y aunque el camino de las relaciones mentor-emprendedor suele no ser sinuoso, sino más bien gratificante, hay algunas cosas que debes saber para sacar mayor provecho a esta dinámica que tienes ya sea por azar, por trabajo, por elección o gracias a tus redes o aceleradoras.

Por ello Arturo Galván, CEO de Naranya, en entrevista con Dinero en Imagen, comentó qué hacer para obtener los mayores beneficios de esta asociación:

 

1.- Si está en ti escoger a una persona que te guíe en el camino profesional, cuida que tenga una amplia experiencia en el campo que quieres pisar y también que sea alguien a quien respetes profundamente; alguien quien te inspire y -en vista de que compartirás parte de tu tiempo con él-, tu mentor también debe caerte bien.

Arturo Galván destacó que el mundo de los emprendedores “es muy solitario”, por ello el gran valor que se genera hoy en día en el emprendimiento es el que tiene que ver con la “colaboración, con el debate y con el análisis”.

El tema de la mentoría no es un lujo, sino una necesidad y es muy importante que [los emprendedores] tengan acceso  a gente que tiene conocimiento”, dijo.

 

2.- En cualquier caso, debes dejar la arrogancia lejos, porque un mentor además de ser sabio en su área, es alguien que tiene una gran red de contactos. –¡Vamos! Ya pasó por lo mismo que tú, quizá más de una vez– y tú tienes mucho que aprenderle.

El peor enemigo de un emprendedor es la arrogancia. De hecho las aceleradoras son muy selectivas y cuidan mucho que [los emprendedores] sean gente abierta al consejo y a la crítica”, dijo Galván.

 

3.- Si un mentor es sinónimo de un gran aliado, de experiencia, de guía para establecer metas (y alcanzarlas) y también para tomar grandes decisiones; si es sinónimo de desafío y de una perspectiva nueva, ¿por qué no decirle adiós a la ‘todología’? Es bueno que seas emprendedor y quieras hacerlo todo, pero necesitas a tu gurú.

A veces uno se puede cegar en sus propias ideas e irse al hoyo sin darse cuenta”, expresó.

 

4.- Además, no sólo tú sales ganando. Ambas partes, tanto mentor como emprendedor, aprenden una de otra.

Se genera un vínculo muy interesante entre el mentor y el emprendedor, una unión muy especial… y muchas veces hasta amistades surgen entre mentores y emprendedores”, expresó Arturo Galván.

En este sentido, Galván destacó cómo fue su paso de emprendedor a mentor: “Como a mí me tocó emprender antes de la época de las aceleradoras, los mentores eran quienes yo me buscaba por la vida; en esa etapa decidí regresarle un poco al ecosistema lo mismo que yo había recibido”.

Ahora te toca buscar en tus redes, en el trabajo, con profesores, en eventos de emprendimiento, en una aceleradora o, simplemente en la vida, a los mentores que necesitas para que tu proyecto avance y se materialice.

¿Más básicos? Aquí los tienes.

*livm

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