Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

14 Ago, 2018

¿Autos chocolate o autos ilegales?

Dicen que cuando la limosna es mucha hasta el santo desconfía. ¿Qué no? Y la estadística no miente. Al mes de junio se importaron 24.5% más autos usados que en igual trimestre del año pasado y, como va la estadística, muy probablemente rebase las 120 mil unidades usadas del año pasado.

Tal vez no estamos hablando de las 600 mil o 700 mil que se importaban en la administración Calderón, pero considerando el “control logrado entre 2014 y 2016 de la aplicación férrea del decreto de importación emitido por la Secretaría de Economía, que encabeza Ildefonso Guajardo, y la ejecución del SAT, que encabeza Osvaldo Santín, hay un aumento poco usual de vehículos importados y se presume que puede incluir vehículos que tiene la categoría “salvage”,  esto es, que no es apto para circular porque está dañado por un accidente, inundación, incendio o ha sido robado.

De hecho, en varios países de Europa, se ha determinado que en la importación de vehículos usados de Estados Unidos, uno de cada cinco tiene categoría “salvage” o reconstruido, y generalmente terminan en volumen importante en los países de Europa del este.

En México, parece que otra vez regresa el problema, porque el sistema construido en aduanas es complicado y al utilizar validadores que no tienen información en tiempo real, juegan con los tiempos de las subastas para que el reporte o VIN salga limpio y puedan importarlo.

Sólo hay dos compañías estadunidenses que validan con autorización del SAT: Carfax, que tiene el grueso del mercado, y Autocheck .

Luego están los prevalidadores que indican si el vehículo cumple o no con la regla 3.5.1 para importarlo, pero nadie checa en línea el reporte de la autoridad estatal de donde procede el vehículo o el último informe de la aseguradora. Esto provoca que un reporte pueda no incluir la información real y completa del historial del vehículo.

Luego está el otro negocio: la subvaluación de facturas a la orden del día, lo que deja entre 250 mil y 350 mil dólares al año a cada empresa americana o lotero que se acredita dentro de la regla 3.5.9 para la “estimación del precio real de venta”.

La transa opera así: la empresa americana acreditada o lotero puede emitir la factura sobre dos mil 500 dólares aun cuando el precio real de venta haya sido de 10 mil dólares, y como la primera cantidad es la que se declara en el pedimento de importación y el prevalidador sólo pregunta cuál es el precio de venta al lotero, el trato se concreta y el pago por importar el vehículo se reduce a 250 dólares.

Tenemos entendido que esta semana, los representantes de la AMDA, que encabeza Guillermo Prieto, y dirige
Guillermo Rosales, se reunirán con el equipo de Osvaldo Santín, del SAT, para resolver el problema que observan y advierten que el crecimiento observado en la importación de vehículos en este 2018, está incorporando vehículos “salvages” (accidentados que no tienen calificación negativa adicional que puede ser pérdida total, inundados, sangrientos, solo para partes, o scrap -trituración o reciclado), y no autos siniestrados con reporte de aseguradora que acredite que el vehículo puede ser reparado, porque el día de la subasta a los loteros que importan, le cambian el título y lo venden sin haber hecho ningún trabajo mecánico de reparación, sólo de tarjetón, para importarlo. ¿Cuántos de los 58 mil vehículos importados usados, de enero a julio, cree que esté en esa condición? Son autos chocolate, o son autos ilegalmente importados?

A eso, sume que hay hasta marcas consentidas de importación: Audi, Ford, GM, Mercedez Benz, BMW y Toyota.

Lo que le comento son autos que tienen pedimento de importación y representan como 10% de la venta total de vehículos nuevos, pero los llamados autos chocolate se internan “temporalmente” a México y debieron volver por la frontera, por donde cruzaron, pero el “negocio” es de tal magnitud que entre calcomanías de verificación, clonación de Vines, placas robadas o clonadas, se estima que en la frontera podrían circular entre un millón y tres millones de vehículos chocolate y, cuando se ha aceptado alguna regularización, se abre la puerta no para “los que más necesitan”, sino para regularizar una gran cantidad de autos robados en México y en Estados Unidos.

Éste es un tema que no se toca en la negociación del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (TLCAN), pues en Estados Unidos la circulación de este tipo de vehículos está prohibida y tienen perfectamente definida la disposición de vehículos.

En México, ni las chatarrizadoras autorizadas hacen el trabajo porque la antigüedad y legalidad del parque vehicular no es una preocupación real de autoridades estatales o federales. ¿Así, o más claro?

DE FONDOS A FONDO

#CANACAR… Este jueves y viernes habrá reunión de Canacar, que preside Enrique González Muñoz, para revisar el tema de inseguridad, pues a pesar de los operativos en la red carretera estatal, el asalto a transportistas, las extorsiones carreteras y el robo de unidades ha aumentado en 130% a julio de este año con respecto a igual mes de 2017, con cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

El año pasado el aumento de la siniestralidad fue de 200 por ciento.

El asunto es clave porque se ha desatado una controversia: las aseguradoras afirman que no han elevado el costo del seguro y los asegurados insisten en lo contrario.

El costo de la inseguridad en el autotransporte de carga en el país alcanza 92 mil 500 millones de pesos anuales, equivalentes a 0.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, y al respecto, Leonardo Fantini, de AIG Seguros, una de las cinco aseguradoras donde se concentra el 50% de este tipo de primas colocadas en el mercado, comenta que el aumento entre 2017 y 2018 ha sido de un punto porcentual sobre carga asegurada.

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