Se busca culpable: Atentamente, la 4T

Es más fácil señalar a los gasolineros, abandonaran o no la franquicia de Petróleos Mexicanos (Pemex), que hacer un reconocimiento de ineficiencia y poner en marcha la solución.

La percepción es que los ataques del presidente Andrés Manuel López Obrador buscan culpables políticos y no definir a los responsables para resolver las ineficiencias, ciertamente heredadas, pero ineficiencias. Este lunes, López Obrador retomará el asunto de los márgenes de gasolinas en los precios y gas LP.

Ante el reto que ha tomado Ricardo Sheffield, de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), vale puntualizar que los precios del combustible tienen cuatro componentes, algo que (ya aprendieron sus muchachos), le podrá confirmar don Octavio Romero, director de Pemex, a quien hay que reconocer su empeño por reducir el robo de combustible, que sí es un factor que resultará en alta eficiencia y le diré por qué.

El primer componente es el “costo base” al que se entrega el combustible en terminal de Pemex y representa entre el 61.1 por ciento y el 61.6 por ciento del precio final al consumidor (promedios para Magna, Premium y Diésel). 

En él, impacta el aumento en los precios del crudo de 6.4 por ciento entre enero y el viernes pasado, dado que México es importador neto.

El segundo es el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), sobre éste el gobierno juega su parte, que representa entre el 16.6 por ciento y 18.6 por ciento del costo de venta; sí se ha reducido, entre el 1.2 y 2.3% para mitigar el alza del combustible.

El tercer costo es el Impuesto al valor agregado (IVA). La gasolina en la franja fronteriza es más barata porque tienen un IVA del 8 por ciento, pero para el resto del país, ha representado un aumento de entre 0.13 por ciento y 0.33 por ciento debido al incremento en facturación, que suma alrededor de 750 mil 200 millones de barriles diarios de los tres combustibles. Representa el 12.5 por ciento del costo total al consumidor.

Finalmente, está el margen del gasolinero.

Antes de la apertura (30 de marzo de 2017), representaba el 5.5 por ciento del precio final.

Después de la reforma representa entre el 6.6 por ciento y el 7.4 por ciento.

El margen, de febrero a abril, ha tenido una reducción de 0.56 por ciento promedio para la venta de magna incorporado y de 2.72 por ciento, siendo más evidente este ajuste desde que el presidente López Obrador comenzó a utilizar la mañanera para apuntar las baterías a su nuevo enemigo: los gasolineros.

Políticamente no es fácil asumir el desafío, pero el dinosaurio está ahí, no en el ronco pecho del Presidente sino en el costo base del combustible.

Según el Sistema de Información Energética de la Secretaría de Energía (Sener), cuya titular es Rocío Nahle, en febrero (último dato disponible), se consumieron 730.2 miles de barriles diarios (mdb) cuyo precio de venta fue de 46, 249.3 millones de pesos (mdp).

Del volumen total de barriles vendidos, 542 mdb fueron importados a un costo en dólares de 1,009.6 miles de millones de dólares (mmd), que en pesos representa alrededor de 19, 143 mdp.

Ve la ecuación. ¡Se importa el 74.2 por ciento de la gasolina y diésel; su valor es el equivalente del 41.3 por ciento de la factura, con todo y que ha subido el precio internacional por arriba del acumulado de inflación!

Conclusión: si la intención es controlar los márgenes o los precios, Andrés Manuel López Obrador debe tener claro que ni así bajarán los precios del combustible, ya que el 25.8 por ciento es componente importado del costo base y el resto es ineficiencia de producción, logística y gestión en Petróleos Mexicanos, problema heredado. Peña logró mantener el precio al consumidor importando y no está mal si el presidente se asegura que 74.2 por ciento del costo del monopolio energético no se traslade al consumidor mientras lo compone.

Por cierto, sígale la pista a la iniciativa que llegó a los diputados sobre “trazabilidad de combustibles”.

Muy buena, ¿será ejecutable?

 
DE FONDOS A FONDO

#NRGI. Gran éxito y total asistencia tuvo el seminario organizado por el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Manuel Rodríguez González, quien contó con la activa colaboración de Graciela Álvarez Hoth, especialista en riesgos en el sector de hidrocarburos para reunir a un grupo extraordinario de expertos en este tema y sus desafíos. Hoy se efectúa la segunda sobre la cadena de valor del gas.