Armadoras de autos "salen" de Rusia, dejarán de operar y exportar

Las sanciones económicas en contra de Rusia, así como la dificultad logística por la guerra que está llevando a cabo en contra de Ucrania, han comenzado a afectar a la industria automotriz, pues un número importante de armadoras han decidido dejar de operar o exportar sus unidades a ese país.

Volkswagen, Toyota, Ford, Renault, Daimler Truck, Nissan, Honda, Mazda, General Motors, BMW, Volvo, entre otras, han expresado su preocupación por el comportamiento hostil de Rusia, así como las consecuencias que esto acarreará.

La mayoría de las empresas aseguraron que esta suspensión también tiene como objetivo proteger a sus empleados.

Actualmente la economía rusa se ha deteriorado de manera acelerada, a la par de que su moneda pierde valor, además de que se está dificultando la operación en las redes logísticas para el movimiento de las mercancías, esto debido a las sanciones impuestas principalmente por Estados Unidos y Europa.

Sobre el tema la armadora Nissan confirmó a Excélsior que dejará de exportar sus unidades a Rusia, pues para la empresa su prioridad es garantizar la seguridad de sus empleados.

"En Nissan nuestra máxima prioridad es la seguridad de nuestra gente. Debido a los desafíos logísticos relacionados con el conflicto en Ucrania, hemos decidido sus pender las exportaciones de vehículos a Rusia, Nissan está monitoreando de manera continua, y cuidadosamente la situación para tomar acciones según el contexto".

En el caso de GM, confirmó a este medio que suspenderá la exportación, procedete de Norteamérica y Corea del Sur, de vehículos a Rusia, hasta nuevo aviso, pues ase guró que se está apegando a las leyes y lineamientos de los mercados en los que tienen negocios, "incluidas las sanciones económicas y las leyes y reglamentaciones de control de exportaciones aplicables de Estados Unidos."

Desde Alemania, Volkswagen dijo que ha decidido detener la producción de automóviles en las ciudades rusas de Kaluga y Nizhny Novgorod hasta nuevo aviso.

Por Nayeli González