La 'Economía del cuidado'; contribución al mercado desde el hogar

 

 

Sí, diversos estudios enfocados en la llamada 'Economía del cuidado', analizan cómo las actividades no remuneradas realizadas por las mujeres en los hogares aportan directamente a la economía nacional. 

 

En México, se estima que el trabajo doméstico no remunerado equivale al 21.7% del PIB Nacional. Aunque esta cifra suele variar de acuerdo con el estudio realizado, las cifras oscilan entre el 20 y 30%, siendo en ocasiones mayores a las contribuciones realizadas por la industria petrolera o turística, ambas menores al 15% del PIB.

 

 

Estas afirmaciones se basan en la valuación de las actividades realizadas por las mujeres al cuidado de sus familias en los hogares considerando no sólo el valor que tienen en el mercado remunerado – es decir, en cuánto se cotizan en el mercado cuando las realizan empleadas externas en servicios de limpieza, enfermería, educación, preparación de alimentos, administración etc. - sino en el impacto directo que tienen sobre la productividad de las personas en sus lugares de trabajo. 

 

 

En otras palabras, los análisis buscan responder cómo estas actividades influyen en el mercado al dejar vulnerables o desatendidos a los trabajadores, obreros o estudiantes si no fueran realizados y en qué forma remunerarían las empresas a las personas que las realizarían en un supuesto escenario donde las madres –o personas encargadas del cuidado- cobraran por sus servicios.

 

Esta medición ha comenzado a ser considerada por distintos países para la generación de políticas públicas y económicas de las mujeres, así como para entender las dinámicas poblacionales. 

 

El mismo INEGI desde 2011 empezó a tomarlo en cuenta dentro de sus estadísticas, lo que habla de una nueva visión de cómo vivir el desarrollo en las distintas regiones de México. Habría que considerar, por ejemplo, los territorios con altos índices de pobreza donde las mujeres se dedican al cuidado de animales y cultivos, las políticas que les permiten acceder a la tierra, créditos o recursos tecnológicos, maquinaria, materia prima o los relacionados con actividades de producción.

 

Así que este 10 de Mayo, además de celebrar, vale la pena también reflexionar en cómo el trabajo de las madres de México ha contribuido a su crecimiento, desde el aspecto personal hasta el profesional. Porque, en efecto, ese es su trabajo.

 

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