Pobreza y cambio climático: silenciosa tragedia humana

La pobreza extrema, los asentamientos irregulares y el cambio climático son tres conceptos cruciales que tienen que ser considerados en todo proceso de creación de política pública en cada país del mundo. Estos conceptos se conectan cada vez más y tienen que ser orientados de manera integral.

Como resultado de un rápido crecimiento urbano, en países en crecimiento de América Latina, Asia y África, el mundo ha evidenciado el desarrollo de asentamientos humanos irregulares, refugios improvisados para personas sin alternativas de vivienda accesible que son construidos con básicamente ningún tipo de infraestructura e instalaciones sanitarias, y de manera negligente ante la planeación formal y normas de construcción. Los asentamientos frecuentemente ocupan zonas de riesgo que se encuentran desocupados y disponibles para establecerse.[1]

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (PICC) ha identificado consecuencias y riesgos clave que impactan directamente a sistemas humanos, afectando principalmente a comunidades marginadas: “Las personas que se encuentran social, económica, cultural, política, institucionalmente o marginadas de alguna otra manera son especialmente vulnerables al cambio climático y a algunas respuestas de adaptación y mitigación”[2].

De acuerdo con el Índice de Riesgo Climático Global de Germanwatch de los diez países más afectados (1993-2012) por eventos climáticos extremos, “ocho eran países en desarrollo en los grupos de medio y bajo ingreso, mientras que dos de ellos pertenecían a los países de ingreso medio-alto. En conjunto, más de 530 mil personas murieron como un resultado directo de aproximadamente 15 mil fenómenos meteorológicos extremos y las pérdidas entre 1992 y 2012 sumaron más de 2.5 millones de millones de dólares (en Paridad del Poder Adquisitivo, 1.75 mil millones de dólares de pérdidas en valores originales).”[3]

Necesitamos prestar especial atención a los impactos de eventos climáticos recientes tales como sequías, inundaciones, ciclones, olas de calor e incendios forestales. Estos incidentes han ocurrido con mayor frecuencia e intensidad y exponen la vulnerabilidad de algunos ecosistemas y muchas comunidades marginadas, como aquellas que habitan asentamientos humanos irregulares.

Los habitantes de asentamientos se encuentran extremadamente vulnerables al impacto del cambio climático. El PICC considera riesgos clave específicos para las zonas costeras bajas, islas pequeñas, estados en desarrollo y población en situación de pobreza en escenarios rurales y urbanos. La situación de crisis alimentaria y habitacional que todavía viven más de 300 comunidades de la Montaña Alta de Guerrero después del desastre de la tormenta Manuel y el huracán Ingrid en septiembre de 2013 es el ejemplo más reciente.

Fenómenos meteorológicos extremos también conllevan amenazas “que conducen a la ruptura de las redes de infraestructuras y servicios básicos, tales como electricidad, suministro de agua y los servicios sanitarios y de emergencia.”[4] La mayoría de los riesgos constituyen un reto para países subdesarrollados y en desarrollo dada su limitada habilidad de hacerles frente.

Actualmente existen mil millones de personas que viven en asentamientos y se estima que esa cifra se duplicará para 2030 si no se toman acciones de desarrollo sustentable al respecto. Las estadísticas empeoran cuando vemos que este país se encuentra en la lista de los países más afectados por eventos climáticos extremos. Los demás países con la mayor población en asentamientos son Brasil (23%), la República Democrática del Congo (21%), Filipinas (19%), Bangladesh (18%), Pakistán (17%), México (13%), India (9%) e Indonesia (7%). Filipinas y Pakistán también se encontraban entre los países más afectados por eventos climáticos extremos en 2012.

El Cambio climático afecta a todos, y aún más a la población más pobre. Es tiempo de comenzar a pensar en nuevas e innovadoras alternativas de desarrollo sustentable que incluyan la vivienda sostenible y prevengan desastres naturales. Las políticas de adaptación y mitigación también deben considerar el impacto social, económico y ambiental en las comunidades marginadas.

[1] United Nations Human Settlements Programme, “Sustainable Housing for Sustainable Cities: A Policy Framework for Developing Countries”, Nairobi 2012. Pg. 5

[2] Intergovernmental Panel on Climate Change, “Climate Change 2014: Impacts, Adaptation, and

Vulnerability”, IPCC WGII AR5 Summary for Policymakers, 31 March 2014. Pg. 6

[3] Sönke Kreft & David Eckstein, “Global Climate Risk Index 2014”, Germanwatch e.V., Germany, November 2013. Pg.

[4] Ibid Pg. 12