Suficiencia económica: La alternativa para un desarrollo sustentable

Acciones contra la pobreza -
Tenemos el ejemplo de países como Tailandia o Bután que han buscado un modelo de desarrollo alternativo y adaptado no solamente al estilo de vida, a la cultura y a las tradiciones de su país, sino a la realidad ambiental mundial. Foto: Luis Palomino Benítez
Tenemos el ejemplo de países como Tailandia o Bután que han buscado un modelo de desarrollo alternativo y adaptado no solamente al estilo de vida, a la cultura y a las tradiciones de su país, sino a la realidad ambiental mundial. Foto: Luis Palomino Benítez
Hoy en día estamos ante un dilema profundo y complicado de resolver. Existe una brecha enorme de desigualdad e inequidad en materia económica y de desarrollo a todos los niveles: entre los países en desarrollo y los países desarrollados, entre los mismos habitantes de los países en desarrollo y aunque se crea que no, entre los mismos países desarrollados. 
 
Largas han sido las discusiones internacionales que luchan por acciones para disminuir esta brecha y para dar a los países en desarrollo las mismas oportunidades que tuvieron los ahora privilegiados, pero ¿A qué costo?
 
Sabemos que los recursos naturales son limitados. La mercadotecnia, las redes sociales, los medios de comunicación, y en realidad, este sistema económico nos ha entrenado desde pequeños a llevar un estilo de vida basado en una aspiración: Ser cada vez más ricos, poseer cada vez más productos, consumir cada vez más. 
 
El dilema es evidente: Está claro que los países en desarrollo tenemos el mismo derecho que los países privilegiados a consumir lo necesario para desarrollarnos, pero  ¿Debemos hacerlo?. 
 
En la Cumbre Río+20 de 2012, José Mujica, Presidente de Uruguay, dio un discurso en donde cuestiona a los grandes líderes lo siguiente: “¿Qué le pasaría a este planeta si los hindúes tuvieran la misma proporción de autos por familia que tienen los alemanes? ¿Cuánto oxígeno nos quedaría para poder respirar? 
 
Más claro: ¿El mundo tiene los elementos hoy, materiales, como para hacer posible que 7 mil, 8 mil millones de personas puedan tener el mismo grado de consumo y de despilfarro que tienen las más opulentas sociedades occidentales?”. La respuesta es NO.
 
Por el contrario, tenemos el ejemplo de países como Tailandia o Bután que han buscado un modelo de desarrollo alternativo y adaptado no solamente al estilo de vida, a la cultura y a las tradiciones de su país, sino a la realidad ambiental mundial.
 
Después de la Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro (1992), el Rey de Tailandia Bhumibol Adulyadej creó el modelo de Suficiencia Económica con el fin de ser aplicado en el país. Dicho concepto es aplicable a todos los niveles, pero inicia desde el individual y se compone de tres aspectos:
 
Moderación: La moderación va de la mano de la suficiencia e implica desarrollar un camino medio en donde se consiga lo suficiente: no demasiado poco pero no demasiado per se.
 
Sabiduría o conocimiento: Trata de la razonabilidad que incluye la comprensión de que cualquier acción trae consigo consecuencias. Dicho raciocinio se lleva a cabo mediante la acumulación de experiencias, conocimientos, capacidad analítica, conciencia, compasión y la empatía.
 
Auto-inmunidad: Habla de la resistencia a los riesgos, flexibilidad, adaptación y hacer frente de una manera digna y pensada.
 
La aplicación de dicha filosofía fue un éxito. Después de la crisis de 1997 varias comunidades se ajustaron y cambiaron su estilo de vida, crearon un modelo económico comunitario basado en el intercambio, desarrollaron programas de conciencia ambiental y actualmente viven desapegados de lo material, viven dignamente, felices y con lo suficiente, lo necesario. 
 
El triunfo de dicha filosofía recae en la creación de políticas basadas en las tradiciones, en la cultura y en el estilo de vida, no sólo en copiar las políticas exitosas de los países desarrollados creyendo que tendrán los mismos resultados para el país. Además, Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), entre otras organizaciones internacionales han reconocido el éxito de la filosofía de suficiencia económica en varias ocasiones.
 
Foto: Luis Palomino Benítez
 
 
Es difícil comprender el estilo de vida tailandés viniendo de un país occidental. Estamos tan acostumbrados a relacionar el éxito con las posesiones que es muy fácil juzgar y etiquetar como mediocre, sin aspiraciones. Pero sería bueno reflexionar un poco más y hacer conciencia: 
 
“Porque no venimos al planeta para desarrollarnos en términos generales. Venimos a la vida intentando ser felices. Porque la vida es corta y se nos va. Y ningún bien vale como la vida. Y esto es elemental, pero si la vida se me va a escapar trabajando y trabajando para consumir un plus, y la sociedad de consumo es el motor, porque en definitiva si se paraliza el consumo o si se detiene, se detiene la economía, y si se detiene la economía es el fantasma del estancamiento para cada uno de nosotros” (José Mujíca, 2012).
 
#kgb

Aclaración:
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