La transición tecnológica por construir

A lo largo de la historia, las civilizaciones han exigido reorganizarse para hacer frente a los desafíos impuestos por la realidad en la que viven. Actualmente, estamos en presencia de una de esas transformaciones, podemos observar cómo el mundo se abre paso a una economía basada en el conocimiento y la información, promotores de la productividad y el desarrollo de las naciones.

La ciencia y la tecnología juegan un papel clave en esta transición, pues su uso adecuado posibilitaría una especialización de la fuerza de trabajo que permita el surgimiento de industrias con alto valor tecnológico.

Tanto el gobierno, a través de las instituciones de educación superior y los centros de investigación, como el sector privado mediante sus propios centros de investigación y aquellos centros educativos con los que está vinculado, tienen el deber de incentivar el estudio de carreras intensivas en el uso de tecnologías. Ambos deben abrir espacios donde la industria aproveche la labor de investigación realizada por la esfera pública y viceversa. Los resultados pueden ser asombrosos, como es el caso de los países del este asiático, quienes fomentaron la creación de zonas económicas con alto valor tecnológico, donde el conocimiento fluye libremente, ello a través de políticas públicas que permitieran la sinergia del sector público y privado. 

La innovación tecnológica, motor del desarrollo, necesita de condiciones adecuadas para su surgimiento, no lo hace de manera aislada, y no es exclusiva del sector privado o del público, ya que ambos contribuyen a su realización.

América Latina se encuentra en un punto de inflexión respecto a esta transición, las industrias avanzadas están penetrando el continente. Sin embargo, existe todavía un déficit de trabajadores que cumplan con las habilidades laborales requeridas por dichas industrias, siendo esto una de las barreras que impiden la llegada de más empresas y a la vez una limitante al crecimiento de aquellas que ya están asentadas en el país.

No cabe duda que ha habido progresos, en nuestro país hemos presenciado un auge particular del sector automotriz. No obstante, las nuevas tecnologías han desplazado también empleos antes realizados por humanos. Este proceso es una de las tendencias que puede llevar a un incremento en la desigualdad en el ingreso al ampliar el diferencial salarial entre el trabajador calificado y el no calificado. De ahí que se requiera la intervención del gobierno para evitar que este proceso genere efectos negativos sobre las sociedades.

*gl