La importancia de tener por escrito el objetivo estratégico en tu empresa

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No tener claridad en el puerto al que se desea llegar significa la diferencia entre la quiebra y el crecimiento. Foto: Thinkstock
No tener claridad en el puerto al que se desea llegar significa la diferencia entre la quiebra y el crecimiento. Foto: Thinkstock

CIUDAD DE MÉXICO.- “Para un velero sin destino, cualquier puerto es bueno”, así reza un viejo refrán que bien podemos usar para reflexionar sobre la importancia de tener metas en la vida y que podemos aplicar por igual cuando planeamos vacaciones que cuando pensamos en cómo queremos que  sea nuestro retiro a los 60 años. 

 

Pero cuando pensamos en el futuro de una empresa y nos dejamos llevar simplemente por “la bondad del viento” el tema se convierte crítico, pues no tener claridad en el puerto al que se desea llegar significa la diferencia entre la quiebra y el crecimiento.

 

El ejercicio de visualizar el futuro de la empresa no se trata de construir “castillos en el aire” o de soñar libremente sin tener perspectiva de la realidad. Es necesario plantearse una serie de preguntas clave para poner en el mapa ese puerto al que se desea llegar y entonces marcar la mejor ruta marítima, aprovechando las corrientes naturales de agua y observando las condiciones meteorológicas para prever qué hacer ante un clima benigno o ante un clima tormentoso.

 

Sin embargo, no basta con sólo pensar en el lugar al que se quiere llevar a la empresa, no basta con visualizar la meta en ventas o en imaginar la apariencia de la empresa o suponer el ambiente laboral con el que se espera lograr las metas. Es necesario plasmar en papel eso que se desea lograr, es necesario ESCRIBIR el objetivo estratégico, pues al hacerlo el sueño por alcanzar se convierte en algo más tangible, se convierte en un compromiso personal.

 

Escribir el objetivo estratégico NO es como escribir una carta a Santa Claus, es más bien plasmar los principales conceptos con que se definirá a la empresa: ¿cuánto crecerá por año?, ¿cómo tratará a sus clientes?, ¿cómo se sentirán sus empleados?, ¿qué beneficio aportará a la sociedad?... Y conforme las palabras se van acomodando y al finalizar se vuelve a leer lo escrito, entonces es fácil “ver” la empresa que se desea tener.

 

Otra gran ventaja de escribir el objetivo estratégico es que es fácil de compartir con otras personas, no sólo una vez, sino permanentemente.  Es fácil tenerla a la mano para leerla al iniciar la jornada, durante las juntas, en los momentos clave en que se evalúan las metas alcanzadas. Siempre, siempre hay que tener en claro ese objetivo estratégico.

 

Escribe tu objetivo estratégico y entonces te darás cuenta del poder que tiene la palabra escrita.

 

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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