¿Y a dónde va la flecha?

Startuperos Anónimos -
Hay muchos que se lanzan a operar de inmediato y al cabo de unos años, están llorando sangre porque ya ni saben a dónde querían ir ni en dónde están. Foto: Thinkstock
Hay muchos que se lanzan a operar de inmediato y al cabo de unos años, están llorando sangre porque ya ni saben a dónde querían ir ni en dónde están. Foto: Thinkstock

¿Alguna vez te has preguntado qué es un objetivo? Pero uno real, uno sencillo, uno que no traiga carga de recursos humanos. Simplemente un objetivo reducido al sitio que quieres llegar.  Este es el punto medular para que la creación de tu startup esté cimentada en algo sólido.

Hay muchos que se lanzan a operar de inmediato y al cabo de unos años, están llorando sangre porque ya ni saben a dónde querían ir ni en dónde están. Una idea no es suficiente, necesitas una gran planeación para convertirte de startupero en empresario sin mucho dolor.

Pero antes de hablar de LA PLANEACIÓN (así, en negritas y mayúsculas) es  básico tener claro cuál es tu objetivo. ¿Para qué y por qué estás haciendo esto?

  • ¿Quieres ser rico?
  • ¿Quieres tener disponibilidad de tiempo?
  • ¿Quieres ver crecer una empresa?
  • ¿Quieres vivir de esto?
  • ¿Es un complemento?

Si no defines a dónde va la flecha, cuando llegue a un destino, no te va a dejar satisfecho. Entonces, vendrá la frustración, el coraje de haber dejado un ingreso fijo y probablemente, hasta alguna que otra sesión de terapia.

Se esperaría que supieras hoy en dónde estás, y si no lo tienes claro, más valdría que comenzaras por un autoanálisis bien honesto. ¿Tienes experiencia profesional? ¿Eres muy joven todavía? ¿Tienes recursos? ¿Cuentas con relaciones que pueden potenciar tu negocio?

Con esto claro, es más fácil apuntar la mira. ¿Hacia dónde quieres ir y en cuánto tiempo? El camino emprendedor nunca termina y vale más que lo vayas tomando en cuenta. Si quieres emprender para trabajar menos, estás equivocado. Cada cinco años hay que ir haciendo esa pregunta para que, paso a paso, logres llegar tan lejos como tu imaginación te permita.

Lo primero es poner los pies sobre la tierra. ¿Cuál es tu objetivo con esta potencial empresa? Una vez teniendo esto definido, lo demás caerá como cascada, incluso el terrible y famosísimo Plan de Negocios.

¿Estás listo para arrancar?  

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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