Es momento de hablar del fin de la jornada laboral de ocho horas

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Este esquema prácticamente no se ha modificado desde su implementación en fábricas de producción en serie, en los tiempos de Henry Ford. Foto: Thinkstock
Este esquema prácticamente no se ha modificado desde su implementación en fábricas de producción en serie, en los tiempos de Henry Ford. Foto: Thinkstock

Muchos crecimos pensando que nuestra vida profesional se iba a desarrollar en un gran corporativo y que empezaría a gestarse desde nuestro primer empleo, donde poco a poco creceríamos jerárquicamente hasta que tras muchos años de trabajo –eso sí, de lunes a viernes de 9 a 6- lograríamos un puesto directivo.

Que nuestro currículum se “vería mal” si mostraba constantes cambios de trabajo porque sería reflejo de inestabilidad y falta de compromiso y que probablemente sólo conoceríamos un par de empresas donde trabajáramos hasta jubilarnos para vivir tranquilos nuestra vejez.

Hoy esto ya es una práctica poco común y las empresas y empleados están evolucionando a un ámbito profesional mucho más dinámico y cambiante, enfocado en resultados y productividad.

Prueba de esto, es la jornada laboral de ocho horas. Este esquema prácticamente no se ha modificado desde su implementación en fábricas de producción en serie, en los tiempos de Henry Ford, incluso ahora dedicamos más horas que las pactadas contractualmente (10, 12 o más) sin que eso necesariamente se vea reflejado en nuestros bolsillos.

Hoy trabajamos más tiempo pero no necesariamente somos más productivos, invertimos mucho más tiempo a revisar mails, horas en juntas, tareas administrativas e incluso en revisar e interactuar en redes sociales que en actividades relacionadas directamente con nuestras funciones, lo que lleva a pensar si las horas que pasamos en la oficina son suficientes, excesivas o tendrían que reducirse.

Iniciativas de empresas en Suecia han implementado jornadas de 6 horas con el propósito de incrementar la productividad y elevar la calidad de vida de sus empleados. Linus Feldt, CEO de Filimundus destaca que un día de trabajo de 8 horas puede no ser tan efectivo como creemos ya que mantener la concentración en actividades específicas por largos periodos de tiempo puede ser un gran reto, al tiempo que la gente descuida su vida privada y familia fuera del trabajo.

Su apuesta se enfoca en mezclar periodos de descanso a lo largo del día que facilitan la concentración, así como reducir juntas y distracciones personales para enfocar las actividades a cuestiones netamente laborales. Si bien no se han visto cambios radicales en la forma de trabajar de la gente, por lo reciente de su implementación, se espera que conforme esté más adoptada esta iniciativa, los niveles de productividad se eleven ya que una vez que la gente puede dedicar más tiempo fuera del trabajo buscarán mantenerse con este beneficio.

Para las empresas, al crear un mejor ambiente laboral, será más fácil atraer talento y retenerlo con políticas favorables que las hagan más atractivas en el mercado. Un empleado al considerar sus opciones tendrá en mente empresas que ofrezcan mejores condiciones y estará más comprometido e involucrado en el éxito de la empresa.

Otras iniciativas pueden estar dirigidas a esquemas de contratación por proyecto, empleados que realicen “home office” o trabajo a distancia y empleos de “medio tiempo” compartidos, ésta última se refiera a considerar una vacante (por ejemplo de ventas) que puede ser compartida por dos personas que dedican medio tiempo para dar seguimiento y concretar con las funciones del puesto, aunque por supuesto implica un alto nivel de comunicación e interacción entre ellas para lograr un objetivo común.

Sin duda es un tema que involucra un cambio de paradigma tanto para las empresas como para los empleados, los contratantes deberán asumir el costo que representa la reducción de la jornada o esquemas alternativos en el paquete de compensación ya que los salarios deberán mantenerse competitivos por el tipo de funciones, pero los empleados también deberán involucrarse en el compromiso de que las horas dedicadas al trabajo sean efectivas y se eviten distracciones no relacionadas con las funciones propias del puesto, potencializando la productividad y asumiendo que la medición del desempeño y por lo tanto el sueldo, estará enfocado en los resultados reflejados directamente en el beneficio de la empresa más que en el cumplimiento de un horario determinado.

 

Nos leemos la próxima vez.

Aclaración:
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