La clave para cambiar de actitud está en tu letra

¿Les ha pasado que tienen una prenda de vestir favorita y que cuando se la ponen cambia automáticamente su estado de ánimo? De inmediato se sienten bien, sonríen, caminan erguidos y se transmite alegría.

Lo mismo pasa con la letra, al escribir establecemos conexiones neuronales que se transmiten en la forma en que realizamos los trazos. Si estamos enojados, alegres, nerviosos o queremos ocultar algo, se transmite en nuestra escritura.

Con nuestra letra podemos analizar cómo nos sentimos y pensamos, y si queremos cambiar la forma en que tomamos decisiones o enfrentamos el mundo, vale la pena echar un vistazo a la forma en que escribimos y tal vez considerar algunos cambios.

Según la grafóloga chilena Paula Cerda, “en la medida en que yo intervengo en el ámbito neuronal, mis decisiones de vida van a cambiar. Cuando yo le digo al cerebro: deja esto, deja la maraña, ese laberinto, y cámbialo a una firma diáfana, el sujeto paulatinamente va a ir acercándose a una claridad cognitiva a todo evento. Este cambio de switch se hace a través del cerebro, con el cambio en elementos de la firma”. Y nos da algunos consejos para cambiar aspectos de nuestra letra y firma que pueden cambiar nuestra forma de pensar.

• Debe ser clara: Tanto la firma como la letra deben ser legibles para demostrar que una persona es transparente o congruente con su forma de ser y de pensar, sencilla, sin complicaciones o ambigüedades. Se muestra tal como es. Por el contrario, una escritura complicada habla de una personalidad igual, que actúa de manera confusa e impredecible en situaciones complejas.
• Prefiere la letra manuscrita: Aunque un poco en desuso, este tipo de letra refleja continuidad y fluidez en los pensamientos, ya sea que liguemos algunas letras o nuestra escritura sea completamente manuscrita. Una letra que parece de imprenta hablará de una persona rígida, estructurada y resistente al cambio.
• Equilibra entre curvas, ángulos y rectas: Todas las letras tienen su forma y está bien adaptarlas a nuestra personalidad, pero un balance entre el aspecto de los trazos será reflejo del equilibrio que tenemos en la mente. Tener una tendencia en este aspecto dará muestra de una persona que no se adapta a diferentes situaciones.
• Evita trazos que encierran letras o palabras: Este aspecto sobre todo se ve en la firma, y se refiere a personas que buscan protegerse demasiado del exterior. Que no se muestran como son o tienen demasiadas limitaciones. Son personas poco espontáneas.
• Cuida los tachones: Todos cometemos errores al escribir, pero cuando tachar letras o palabras se vuelve costumbre, el mensaje que enviamos al exterior será de autosabotaje, de baja autoestima o inseguridad.
• Pocos adornos: Algunas personas agregan demasiados detalles a su escritura, a las iniciales de los párrafos o a su propia firma, dando a conocer una persona que le gusta llamar la atención, extravagante o que busca compensar un complejo de inferioridad oculto. Puede ser muestra de pensamientos repetitivos u obsesiones en una personalidad dañina.

Revisa tus notas y realiza ejercicios para programar tu mente y modificar tu letra. Tal vez estés modificando conductas que tengan un beneficio en tu vida y en la de la gente que te rodea.

Nos leemos la próxima vez…