La importancia de la RESILENCIA en tu trabajo (y tu vida)

Para la RAE significa: “Capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos”.

Y parece una palabra de moda, pero es algo más que eso. Al psicólogo Norman Garmezy se le ha dado crédito por la definición del concepto en inglés – resilience, a través de más de cuatro décadas de estudio, principalmente en niños.

Hemos escuchado infinidad de historias de gente que logra sobreponerse ante adversidades como enfermedades, crisis profesionales, depresiones profundas, divorcios, quiebras, etc. y hay el doble de libros y videos motivacionales que nos impulsan a reponernos de situaciones complejas y conflictos por los que atravesamos día a día.

Determinar nuestro grado de resiliencia es un tanto complejo, no se puede determinar con algún test psicológico y está directamente relacionado con nuestras circunstancias. Si tenemos la suerte de que en nuestras vidas no se presenten situaciones de crisis, es difícil saber qué tan resilientes somos.

Y aunque influyen muchos factores externos, se trata más de un tema de mentalidad. Pongo un ejemplo: en uno de mis deportes favoritos, el tenis, es muy interesante ver cómo cada punto es disputado como si fuera el último, y puedes ir perdiendo con un match point en contra y, sin embargo, te puedes levantar y darle la vuelta a la adversidad para regresar y ganar el partido. Hemos visto encuentros épicos que demuestran esto.

En México —y aquí entra el tema cultural— nos cuesta mucho sobreponernos ante las adversidades, aunque somos gente que está acostumbrada a luchar por lo que tiene, trabajadores, eficientes y con grandes cualidades, cuando nos enfrentamos a un obstáculo o ante una desventaja, tendemos a darnos por vencidos e instalarnos en el papel de víctimas con el famoso ¿por qué me pasa todo a mí?

Es por eso que historias de éxito como los niños triquis que recién ganaron el campeonato de basquetbol en Barcelona son las buenas noticias que debemos destacar y lograr que se vuelvan referente para poder cambiar esa parte cultural que no nos deja destacar. ¿Por qué unos niños con desventajas culturales, económicas, etc. pueden ganar un torneo a equipos con mayores oportunidades? Porque nadie les ha dicho que no pueden.

El famoso grito de ¡sí se puede! Es un arma de dos filos, yo digo ¡claro que se puede! ¿cómo no vas a poder lograr lo que quieres? Y si entonces se puede ¿por qué te das por vencido antes de tiempo? ¿Qué es lo que nos lleva a pensar que no podemos seguir adelante?, ¿Por qué nos sentimos derrotados y frustrados y creemos que no somos capaces de superar cualquier barrera que nos detiene de lograr lo que verdaderamente queremos?

¿Difícil? Mucho. Pero las cosas que te cuestan trabajo son muchas veces las que más disfrutas cuando las logras conseguir. Nunca te des por vencido, siempre ten muy claro tu objetivo y lo que quieres conseguir. Piensa que también se vale cambiar de rumbo, que hay veces lo que hoy buscas no es lo que buscarás mañana, pero que eso no sea motivo para no buscar algo. Algo que te ayude a superar obstáculos y salir adelante. Adversidades siempre vas a encontrar, pequeñas o grandes, la forma en que las superes o te dejes vencer por ellas es lo que hará la diferencia.

Nos leemos la próxima vez…