Lo que dice de tu personalidad cómo escribes en una hoja

Talentos@Work -
Sin querer, o de manera inconsciente, al escribir estamos dando muchos mensajes de cómo somos. Foto: Flickr
Sin querer, o de manera inconsciente, al escribir estamos dando muchos mensajes de cómo somos. Foto: Flickr

Todos tenemos una manera particular de escribir y de plasmar nuestras ideas en el papel.

Unos escriben dejando mucho espacio en los márgenes de la hoja, otros dejan muy poco, hay personas que escriben los renglones inclinados hacia un lado o en perfectas líneas derechas, incluso hay quienes los renglones parecen olas listas para surfear.

Todo esto dice mucho de lo que somos, lo que sentimos, nuestra personalidad y carácter. Como parte de la grafología, es importante considerar estos rasgos particulares al momento de realizar una interpretación de la letra.

Desde un aspecto general, la ubicación del texto en su conjunto dentro de la hoja tiene un significado.

Tomando la hoja en forma vertical se divide en la zona superior, que está relacionada con las ideas, la imaginación y fantasía, las ilusiones y deseos, incluso la espiritualidad o religiosidad, se refiere al aspecto intelectual.

La zona media se centra en el mundo afectivo, en el hoy, en el día a día y en las apreciaciones de uno mismo sobre su presente; mientras que la zona inferior refleja lo instintivo, los impulsos, lo terrenal y físico.

A su vez, la zona derecha se vincula con las expectativas, con el futuro, con los deseos y proyectos; mientras que la zona izquierda de la hoja se refiere al pasado, a la familia (especialmente al vínculo materno), a los recuerdos, etc.

Cuando vemos la hoja, podremos ubicar qué zona tiene más peso y podremos identificar detalles de nuestra personalidad que son reveladores.

Asimismo, el tamaño o dimensión de nuestra letra, representa el nivel de autoestima y confianza con la que nos conducimos, la vitalidad.

Por ejemplo, si tenemos letra muy grande (mayor a dos centímetros) es probable que tengamos un tipo de personalidad que le gusta llamar la atención.

Otro punto a considerar es la fuerza o presión con la que escribimos, cuando apoyamos mucho la pluma al escribir transmitimos el nivel de tensión o el caudal energético que sentimos.

Al momento de escribir, podemos hacerlo de forma continua o con interrupciones en el trazo, esto determina la firmeza y seguridad al momento de tomar decisiones, puede ser reflejo de temores o angustia y en general cuando dudamos, nuestro cerebro hace pausas para dar el siguiente paso y esto también se ve reflejado en nuestra letra.

Podemos escribir muy rápido o despacio, este dinamismo en la letra es reflejo de la forma en que se comportan nuestras ideas, ¿les ha pasado que piensan más rápido de lo que hablan? Sucede lo mismo al escribir, a veces podemos omitir letras o ligar unas con otras o escribimos de forma poco clara, no tiene nada que ver con tener “bonita letra” o con la capacidad artística, sino con la capacidad de adaptación y flexibilidad que tenemos.

Sin querer, o de manera inconsciente, al escribir estamos dando muchos mensajes de cómo somos, de lo que sentimos y cómo nos relacionamos con los demás, si nuestra letra es muy estructurada, pequeña, cuadrada y firme, es posible que nos cueste trabajo adaptarnos a los cambios o socializar con los demás; mientras que si es grande, con curvas y fluida, puede ser que seamos más sociables, extrovertidos y afectivos con los demás.

¿Tu cómo escribes?

 

Nos leemos la próxima vez…

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
Icono de te puede interesar de en dineroenimagen

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR