Nueve procesos para afinar tu estrategia del próximo año

Tiempo de estrategia -
Los tratados de libre comercio y la competencia global han presionado a las organizaciones para desarrollar una nueva competencia. Foto: Pixabay
Los tratados de libre comercio y la competencia global han presionado a las organizaciones para desarrollar una nueva competencia. Foto: Pixabay

Es tiempo oportuno para revisar lo que se ha hecho este año y empezar a fijar los objetivos para el próximo, pero: ¿Esto es suficiente?

Los tratados de libre comercio y la competencia global han presionado a las organizaciones para desarrollar una nueva competencia a la que llamo, “la competencia de las competencias” que consiste en ejecutar con maestría y mejor que la competencia los objetivos planteados.

Para esto, hay que realizar por lo menos 9 procesos:

1. Diseño de la arquitectura estratégica superior. Actualizar la visión de la empresa para los próximos tres a cinco años, así como la propia misión, y lo más importante: definir el estado actual de la organización contra el estado deseado sustentando esta brecha para que genere ventajas competitivas. ¿Cómo? Analizando los atributos que ofrecemos al mercado y evaluándolos contra la competencia para definir qué es aquello que nos va a diferenciar.

2.  Alineación Organizacional. Si bien es importante definir los objetivos de la alta dirección y “cascadearlos” verticalmente hasta el personal de línea, es quizá igual o más importante que dichos objetivos estén alineados con las demás direcciones, identificando objetivos e indicadores comunes y definiendo  iniciativas estratégicas que van a generar la ventaja competitiva .

3. Revisiones periódicas de la Estrategia. Fijar objetivos a inicio de año y ver resultados al final, no sólo es obsoleto, sino improductivo. Debe existir un proceso de evaluación continuo, incluso mensual, sobre cómo se van ejecutando las iniciativas estratégicas y adicionalmente, revisar de qué forma estamos impactando nuestro posicionamiento estratégico.

4. Desarrollo de la Estrategia. Una vez que la estrategia se está ejecutando, es importante que ésta se vaya esparciendo hasta nuestras alianzas y proveedores. Yendo más lejos, se puede hacer un acercamiento a nuestro propio mercado y generar una interacción hasta lograr una coocreación de valor con nuestra propia clientela. 

Esto no es fácil, pero si se logra la empresa llegará a un estado ideal en donde brinde al cliente exactamente lo que está buscando. También es importante que desde el consejo de administración hasta el personal de línea entienda perfectamente la estrategia y cómo contribuye a la misma para la generación de valor.

5. Comunicación. Si bien hoy en día es indispensable definir, articular y orquestar perfectamente la estrategia, es de igual relevancia que esté bien comunicada a través de diferentes medios como revista impresa o digital, portal de internet, boletines, folletos, videos, entre otros para que el mensaje llegue de diferentes formas visuales, escritas y auditivas a todos los niveles de la organización. Contar historias de éxito evoluciona a un proceso motivacional que puede llegar en algunos casos a ser apasionante.

6. Gerenciamiento de las Iniciativas. Una vez definidos los objetivos estratégicos hay que darle un valor especifico a las iniciativas estratégicas, de tal forma que se puedan jerarquizar y concentrar esfuerzos y recursos en lo prioritario, aquello estratégico que va a generar la ventaja competitiva que estamos buscando.

7. Planeación y Presupuestación. Tal pareciera que la estrategia se somete al presupuesto y este es el caso de la inmensa mayoría de las empresas hoy en día, en vez que el presupuesto se sujetara a la estrategia, si la implementación de la estrategia se convierte en un proceso, nosotros podemos realmente reinvertir o quitar fondos para aquellos aspectos que den o no resultado o complementarlos, mejorarlos y no estar sujetos a un procedimiento administrativo que limita a la organización, es por esto que un presupuesto rotativo, o rolling forecast es lo más conveniente.

8.  Alineación de Recursos Humanos. Si bien, el activo más valioso de las organizaciones es el factor humano, es importante recalcar que toma valor en la medida que es competente, o no. Para esto hay que definir las competencias estratégicas y no sólo las institucionales sino aquellas que específicamente necesitamos para ejecutar nuestros objetivos estratégicos. Esto incluye competencias humanas y técnicas y recursos tecnológicos y económicos. Cuando se alinean y desarrollan, el capital humano, el organizacional y el tecnológico, entonces realmente estamos desarrollando los activos intangibles que cada día toman más valor en la evaluación de las organizaciones.

9.  Mejores Prácticas. Esta es un área por explorar y explotar todavía en muchas organizaciones. Si bien esta corriente empezó en la industria hotelera y se ha expandido a la industria hospitalaria, cadenas de restaurantes, cadenas comerciales, supermercados y almacenes, todavía hay mucho que compartir en ese saber administrar el conocimiento, saberlo difundir y que sea aprendido por la organización.

Bienvenido a su nuevo reto.

Eustaquio Martínez del Río es Fundador y Director Ejecutivo de Logos Consulting (www.logosconsulting.com.mx y @MxLogos), con más de 22 años de experiencia en proponer la Ejecución Estratégica en compañías globales y mexicanas con éxitos probados.

kgb 

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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