Las tarjetas departamentales no son tan inofensivas como crees

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Las tarjetas departamentales parecen ser bastante comunes e inofensivas, no obstante, implican mucha más responsabilidad de lo que parece. Foto: iStock
Las tarjetas departamentales parecen ser bastante comunes e inofensivas, no obstante, implican mucha más responsabilidad de lo que parece. Foto: iStock

CIUDAD DE MÉXICO.Cualquier persona que haya estado en una tienda departamental, e incluso supermercados, sabe que en algún momento de la visita comienza un bombardeo para tramitar la tarjeta departamental de ese local. Especialmente en temporada de rebajas y fines de semana.

Las tarjetas departamentales son medios de pago para comprar a crédito en determinadas tiendas. Esto también quiere decir que ofrecen descuentos exclusivos en las entidades comerciales que las otorgan. Con las tarjetas departamentales puedes comprar artículos de primera necesidad, en su mayoría ropa, en las tiendas que la emiten y aquellos establecimientos con los que tengan convenio.

Además, con algunas tarjetas departamentales también puedes retirar dinero de cajeros automáticos y si están avaladas por una red global de pago, como Visa o MasterCard, el plástico funcionará de manera similar a una tarjeta de crédito para usarla en cualquier establecimiento de México, e incluso del extranjero.

Las tarjetas departamentales se tramitan fácil, a veces sin necesidad de revisar tus antecedentes de crédito, por lo si eres principiante en el mundo crediticio, una tarjeta así puede ayudarte a empezar tu historial. A simple vista parecen ser bastante comunes e inofensivas, no obstante, una tarjeta departamental implica mucha más responsabilidad de lo que parece.

El lado oscuro de las tarjetas departamentales

Las tarjetas departamentales en México están muy bien posicionadas: prácticamente 7 de cada 10 personas con un instrumento formal de crédito, tienen una tarjeta departamental o comercial, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Inegi.

Quizá pienses que algún banco está detrás de las tarjetas departamentales, pero no, son las mismas tiendas quienes te ofrecen el crédito. Por esta misma razón aunque aparentemente son iguales, se rigen bajo diferentes reglas.

Antes de aceptar una debes tener en cuenta los siguientes aspectos:

La tasa de interés y el CAT son mucho mayores a las tarjetas bancarias. Según cifras de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), las tarjetas bancarias manejan un CAT promedio de 40%, mientras que las comerciales uno por arriba del 100%

Aunque te parezca muy amigable, una tarjeta departamental, como la bancaria, te cobrarán comisiones - y caras- en caso de que no pagues.

A diferencia de las tarjetas de crédito de los bancos, éstas no cuentan con un seguro de saldos en caso de muerte del titular.

Por lo general su uso está restringido a la cadena de tiendas que la emite y para realizar tus pagos debes acudir directamente a la tienda.

Recuerda que, si tienes un problema con una tarjeta comercial, la entidad de supervisión es la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco). No caigas a la primera y conoce bien las letras pequeñas de tu tarjeta departamental.

*livm

Aclaración:
El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.
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