Inteligencia artificial podría afectar al mercado laboral, ¿por qué?

La inteligencia artificial podría desplazar entre 400 y 800 millones de empleos a nivel global para el 2030
Economía -
Robot sentado junto a personas esperando entrevista de trabajo
Inteligencia artificial podría afectar al mercado laboral, ¿por qué? Foto: iStock

La inteligencia artificial (IA) ha superado a nuestra inteligencia. Gracias a la historia sabemos que las grandes innovaciones tecnológicas han modificado cómo interactuamos con el mundo y cómo es nuestra realidad. La IA se apunta a ser la siguiente tecnología disruptiva y la pregunta es ¿cómo transformará a nuestro mundo?

Empezando por su definición, la IA son sistemas computacionales capaces de realizar tareas que tradicionalmente las haría el intelecto humano: reconocer objetos, resolver problemas y aprender. En 1950 la prueba del matemático inglés Alan Turing ya planteaba que cuando una máquina pudiera hacer pensar a otra persona que era humana, se podría hablar de que era inteligente. Décadas después se realizarían grandes avances donde la máquina mostraría sus capacidades, ganando en ajedrez al campeón del mundo, sirviendo de asistente virtual o creando imágenes a partir de palabras dadas por el usuario. Sin embargo, desarrollos recientes prometen ser un parteaguas entre el presente como lo conocemos y el futuro como lo imaginamos.

Una inteligencia que ha sobresalido es ChatGPT3, fundada por OpenAI, Ésta ha sorprendido por su capacidad de generar soluciones en segundos a cualquier demanda del usuario; es capaz de escribir código de programación, redactar ensayos, componer poemas (si lo que una IA genere se puede considerar arte quedará a criterio de los críticos), crear recetas de cocina y más, sujeto a la imaginación del usuario. Desde su lanzamiento en noviembre de 2022 hasta febrero ha registrado 100 millones de usuarios, llegando al primer millón en cinco días. En comparativa, el iPhone tardó 74 y Facebook 304 días para llegar a su primer millón.

Lo que destaca de la IA es que, mientras más información le alimentes, ésta aprenderá y dará mejores resultados. ChatGPT3 fue entrenada a partir de 45 terabytes de información, lo que equivaldría a leer 15 millones de libros de 300 páginas, y se cree que su siguiente actualización la volverá 500 veces más potente y con menos errores, devorando bibliotecas enteras y poniendo sus saberes en la punta de tus dedos.

La fuerza de IA radica en aprender a mayor velocidad que el ser humano. La llegada de lo que se conoce como Big Data implica que la IA podrá alimentarse de acervos inimaginables de datos, lo que acrecentará su “inteligencia” y su capacidad para crear contenido y tomar decisiones en tiempo real. ¿Qué implica esto?

De manera más inmediata, la IA afectará al mercado laboral. La consultora McKinsey estima que podría desplazar entre 400 y 800 millones de empleos a nivel global para el 2030 y creará empleos nuevos (aunque posiblemente creará menos empleos de los que destruya), demandando nuevos tipos de habilidades en el mercado laboral.

Gráfica inteligencia artificial y desempleo

Las personas tendrán que aprender a trabajar con la IA ya que ésta será capaz de diagnosticar y operar con más precisión que un doctor, conocer mejor las leyes que un abogado y otras habilidades tanto cognitivas como manuales.

A futuro, obligará al Estado y ciudadanos a replantearse varios parámetros de su vida diaria; el paradigma del desarrollo educacional, la eficiencia del transporte, entre otros temas. El Estado tendrá que mitigar los choques de esta disrupción.

El desempleo incrementará y se dificultará incorporar a un segmento de la población al mercado laboral, por lo que se necesitarán políticas que aseguren un nivel mínimo de calidad de vida, trayendo a debate cómo debería distribuirse el ingreso y riqueza en un país.

Adicionalmente, la IA arrojará dilemas morales y éticos que generarán discusión, varios tendrán que ver con temas de privacidad, desinformación, manipulación, transparencia y el código ético que debería regir a esta inteligencia, lo que pondrá a prueba nuestro criterio para decidir entre lo verdadero y lo falso, lo correcto e incorrecto.

Mientras, el sector privado no demora en actuar. Microsoft y Google, las grandes tecnológicas, buscan la delantera. El primero invertirá 10 miles de millones de dólares en OpenAI, para mejorar productos suyos tales como: sus servicios de búsqueda (Bing), su infraestructura de cómputo en la nube (Azure) y su plataforma de equipos de trabajo (Microsoft Teams). Para hacerle frente, Google introdujo Bard en su conferencia el 8 de febrero de 2023 buscando calmar al público.

Lo trágico fue que su IA se equivocó durante la demostración y se desplomó el precio de las acciones de Alphabet (empresa matriz de Google) en un 7%, borrando 100 mmd de su valor de mercado en cuestión de segundos, síntoma de un furor desmedido de los inversionistas que podría volverse una burbuja a futuro, similar a la burbuja tecnológica de 2001.

No hay marcha atrás, de la IA se esperan maravillas y el pulso del mercado lo refleja. Por lo mientras debemos iniciar un diálogo colectivo para saber mitigar riesgos e incrementar beneficios, donde cada uno tendrá un papel que cumplir al adentrarnos a una época que anteriormente sólo existía en la ciencia ficción. Para iniciar el diálogo, ¿usted creería que este texto fue escrito por IA? En caso de ser afirmativo, ¿le quitaría validez a su mensaje? 

Por Rodrigo Chávez de la Vega 

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