La oportunidad de invertir en los bonos de carbono en México, ¿qué son?

Los bonos de carbono son un instrumento financiero que consiste en que el vendedor garantiza y documenta el almacenaje de carbono, en este caso vía la reforestación y el manejo forestal sustentable.
Economía -
Una gráfica de economía en hojas naturales color verde.
Los bonos de carbono son un instrumento financiero que consiste en que el vendedor garantiza y documenta el almacenaje de carbono, en este caso vía la reforestación y el manejo forestal sustentable. Foto: iStock

México tiene una superficie territorial de 195 millones de hectáreas, el área ocupada por bosques es de 65.7 millones de hectáreas.

De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente v Recursos Naturales, el promedio de deforestación anual de 2001 a 2018 es de 212,070 hectáreas, las cuales se sustituyen casi exclusivamente por usos agropecuarios, que a su vez crean gases de efecto invernadero. No obstante, podría existir una medida de mitigación para frenar este fenómeno en los bonos de carbono.

Aproximadamente la mitad del peso seco de la madera de un árbol es carbono, por lo que si medimos su diámetro y altura podemos tener un certero estimado de la cantidad de carbono contenido dentro del árbol o. por su nombre técnico "secuestro de carbono". Con este procedimiento se puede estimar la cantidad de carbono en hectáreas y medir su potencial de captura si se conoce la densidad forestal.

Los bonos de carbono son un instrumento financiero que consiste en que el vendedor garantiza y documenta el almacenaje de carbono, en este caso vía la reforestación y el manejo forestal sustentable. Por su parte el comprador recibe esta captura (Offset) con la cual atiende sus metas regulatorias o ambientales ante gobiernos e inversionistas. En la actualidad. la mayoría de los vendedores de esta versión de los bonos son empresas que reúnen a diferentes propietarios de bosques que realizan sus propios estudios forestales para poder ser integrados a la oferta del bono.

La emisión de un nuevo bono de carbono se encontraría con tres grandes problemas. El primero es referente a los costos de emisión del bono, dado que es un proceso legal y administrativo intensivo en capital humano y recursos económicos. El segundo consiste en la vigilancia necesaria para evitar la pérdida de biomasa forestal por tala clandestina. Finalmente, se precisa la medición de las metas de reforestación y manejo forestal sustentable, las cuales están evolucionando para utilizar métodos de machine learning con imágenes satelitales para eficientar la creación de información. así como disminuir los costos de supervisión. Quizá la solución para estos problemas sea incluir al gobierno federal, el cual ya realiza varias de estas tareas, si bien no con la frecuencia o diligencia que requeriría un Bono de Carbono. Hoy en día en el país no existen bonos de carbono impulsados por entes gubernamentales.

Gráfica con datos de los créditos de carbono.

La Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) de México regula la creación y supervisión de las 185 áreas naturales protegidas como Parques Nacionales y Reservas de la Biosfera a través de instituciones como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y la Comisión Nacional Forestal (Conafor), las cuales por mandato documentan las condiciones biológicas, con énfasis en la conservación, principales amenazas v su transformación. Se destaca que la mavoría de las zonas dedicadas a protección de bosques están perdiendo biomasa.

De la misma manera, sería más fácil usar las delimitaciones territoriales ya creadas y vigiladas por la Conanp y la Conafor. De las 185 áreas protegidas hay que sustraer las zonas marítimas y las de baja densidad forestal. Podemos señalar algunas áreas apropiadas para el bono como lo podrían ser la Reserva de la Biosfera Calakmul en Campeche con 723,185 hectáreas, la Reserva de la Biosfera Montes Azules en Chiapas con 331,200 hectáreas y la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca dividida entre el Estado de México y Michoacán con 56.259 hectáreas.

En muchas áreas naturales protegidas la mayoría de la tenencia de la tierra está dividida entre propiedad federal y propiedad ejidal con un pequeño componente de propiedad privada.

La Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca tiene el componente adicional que protege los santuarios donde anida la mariposa, lo cual permitió la creación del Fondo Mariposa Monarca en el 2000. El que tiene como objetivo apoyar económicamente a las comunidades a cambio de la protección de los bosques.

La creación del Fondo Mariposa Monarca y su continuidad hasta el día de hoy nos hablan de un precedente histórico donde se pudo organizar a las comunidades locales. gobiernos federales y estatales. Alineando incentivos sociales, gubernamentales y económicos, se podría crear un bono que ofrezca la captura de carbono de una o más áreas naturales protegidas que no sólo permitiría destinar recursos adicionales al manejo forestal, sino que podría impulsar las comunidades y los servicios públicos dentro estas zonas.

Por: Arturo Velasco

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