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El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) aseveró que la batalla contra la inflación todavía no se ha ganado, pues aún está por verse la mayor parte de las consecuencias del cambio tan abrupto en el ciclo monetario.
“Esto implica un acceso más difícil y costoso al crédito en los mercados globales. Con consecuencias importantes para corporativos, empresas y gobiernos”, comentó José Domingo Figueroa, presidente del instituto en conferencia de prensa.
Explicó que la última encuesta del Comité de Estudios Económicos anticipa un descenso lento en la inflación, con un nivel de 5.2% al cierre del 2023 y de 4.1% al cierre del 2024, ambos todavía por arriba del rango de variabilidad alrededor de la meta oficial de tres por ciento.
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“Al igual que en otros países, aún hay serios retos en el control de la inflación. El reciente recorte en la producción de petróleo de los países de la OPEP fue una sorpresa con impactos en los precios internacionales del petróleo que podrían entorpecer el descenso de la inflación hacia adelante”, dijo el directivo.
Además, para la tasa de interés de referencia monetaria al cierre del año, el pronóstico del 2023 aumentó ligeramente a 11.50 por ciento, mientras que para el 2024 se mantiene en 9.0 por ciento.
“En ambos casos estamos contemplando tasas de interés mucho más elevadas a las que hemos tenido por muchos años, y persiste el riesgo de que se requieran mantener así por más tiempo del previsto para afianzar el descenso de la inflación”, dijo.
El IMEF prevé que la Junta de Gobierno del Banco de México incremente en otros 25 puntos base la tasa de referencia en su siguiente decisión del 18 de mayo, para dejarla en 11.50 por ciento.
El IMEF estima que la economía nacional crecerá 1.5% este año, que si bien es una mejoría en las expectativas anteriores, la tasa de crecimiento es baja y frente al potencial que se tiene de dos por ciento.
“Si bien es bienvenida la mejoría, hay que notar que las tasas de crecimiento siguen siendo bajas para las necesidades del país y para el potencial que se estima alcanzable, de por lo menos 2%, lo cual quiere decir que, para las empresas y hogares en el país, el entorno seguirá siendo retador, y habrá que privilegiar la prudencia en las decisiones económico-financieras”, expuso.
Por su parte, Mario Correa Martínez, presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos, mencionó que diferentes organismos internacionales están proyectando tasas de crecimiento bajas y un entorno económico débil.
“Hasta el momento se menciona la posibilidad de una recesión ligera y que a lo mejor se tiene un trimestre con una tasa negativa de crecimiento, sería una situación económica no tan delicada, eso es lo que está en los escenarios”, sostuvo.
Finalmente, en este entorno los directivos del IMEF comentaron que son preocupantes las repercusiones que implicaría la aprobación en el Congreso de la Unión de la Iniciativa con Proyecto de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones en materia administrativa, así como el paquete de reformas en materia minera que atentan contra el Estado de derecho, convirtiéndose en inhibidores de la inversión en el país.
Por Lindsay H. Esquivel
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