México sufre rezago en inversión y crecimiento, advierte el FMI

El Fondo Monetario Internacional (FMI) reveló sus recientes proyecciones para la economía mundial, en las que México no saldría bien librado en el sexenio por causa del choque económico vivido por la pandemia de covid-19. 

El organismo proyecta que el crecimiento promedio anual del sexenio será de 0.2%, el más bajo de los últimos siete sexenios, además de que el PIB por habitante habrá caído 0.7% promedio anual, sólo superada por el 1.9% promedio de caída en el sexenio de Miguel de la Madrid. 

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En cuanto a inversión productiva, el coeficiente promedio del actual sexenio se proyecta en 20.6% del PIB, también el menor de los últimos siete sexenios.

En línea con el bajo crecimiento, las exportaciones de bienes y servicios habrán crecido 1.5% promedio anual entre 2019 y 2024, y las importaciones 0.8% promedio, los menores resultados en los últimos siete sexenios. 

La inflación anual, por su parte, habrá promediado 5.0% anual en el sexenio actual por causa de las disrupciones ocasionadas por la pandemia y por la guerra Rusia-Ucrania, la mayor tasa desde el gobierno de Zedillo, que corresponde a 21.8% promedio anual.

La deuda pública neta promediará 49.6% del PIB, la mayor desde que hay registros comparables con Fox, y se habrá incrementado en 6.4 puntos porcentuales de 2019 a 2024, ligeramente inferior a los dos sexenios previos, en el cual el último gobierno que redujo el coeficiente de deuda fue el de Vicente Fox. 

Lo peor es que el FMI prevé que en el 2023 México sufrirá una desaceleración económica. 

Los factores 

Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), explicó a Excélsior las razones del estancamiento del PIB y del PIB per cápita, de acuerdo con las proyecciones del FMI. 

La caída en 2019 fue más por decisiones desacertadas, y una de las más importantes fue la cancelación del aeropuerto de Texcoco que minó la confianza en la inversión. Luego, el gobierno no implementó apoyos en 2020 para evitar una mayor caída del PIB en la pandemia, y despuésla recuperación del país ha sido más lenta que otros por las dos razones anteriores”, explicó. 

Comentó que lo particularmente grave que la caída PIB per cápita implicará que a cada mexicano le tocará “un menor pedazo del pastel” de la economía, situación que complica esfuerzos como la reducción de la pobreza. 

El especialista del CEEY resaltó el magro comportamiento de la inversión, que son los recursos dedicados a ampliar la capacidad productiva del país como lo es la construcción y maquinaria y equipo.

No sólo la inversión privada se mermó por la falta de confianza, sino que la propia inversión pública no ha impulsado el crecimiento. Los proyectos insignia parecen de rentabilidad dudosa, ya sea porque algunas obras costarán más de lo previsto, como la refinería Dos Bocas, o no generarán suficientes ingresos futuros como el aeropuerto Felipe Ángeles o el Tren Maya”. 

Añadió que “los países que más crecen invierten hasta el doble que México respecto a su PIB”.

Deuda y pobreza 

Sobre la evolución de la deuda pública, De la Torre explicó que, si bien se incrementará en este sexenio, no representa un riesgo para el país, tal como lo aseguran las distintas calificadoras de riesgo. 

Sin embargo, no haber asumido más deuda para apoyar los hogares y la economía generó un alto costo para el crecimiento y la pobreza. Es decir, quedamos bien con los acreedores del gobierno manteniendo la estabilidad macroeconómica, pero quedamos mal con las personas más vulnerables del país”, comentó el experto del CEEY.

De la Torre afirmó que esto implicó no sólo que no hubiera más recursos para enfrentar la crisis ocasionada por la pandemia y su posterior recuperación, sino que los recursos que se dedicaron no atendieron necesariamente a los más pobres, sino que llegó más a estratos medios y altos.

Por: Paulo Cantillo 

*amm.