¿Por qué se requiere una legislación distinta para las Pymes?

CIUDAD DE MÉXICO.- Tras dos meses en que algunas compañías no han podido operar y mientras otras experimentan una fuerte caída en sus ventas, Edgar Bonilla, director general del Instituto Federal de Especialistas de Concursos Mercantiles (IFECOM), previó un incremento en las solicitudes de concurso por parte de las empresas, al no poder cumplir con sus compromisos financieros.

“Pudiera haber un aumento en las solicitudes de concurso mercantil, pero las empresas deberían contar con un plan de viabilidad, determinar si les conviene hacer la solicitud y en qué etapa, si quieren entrar en conciliación o en quiebra, que es vender los activos para pagar de manera ordenada”, declaró.

Frente a la compleja situación que enfrentan los empresarios en este momento, Bonilla consideró que la banca, uno de los principales acreedores de las compañías, “tiene ganas de llegar a acuerdos para que las empresas subsistan; si yo pensara que todas se fueran a la quiebra no quedaría empresa viable”.

Actualmente, las compañías podrían solicitar un concurso mercantil por varias razones: porque arrastran problemas de tiempo atrás o porque el cese de sus operaciones durante dos meses terminó afectando sus finanzas.

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En opinión del director del IFECOM, los empresarios deberán cuidar su patrimonio y reorganizarse, pues con el surgimiento del Covid-19 tuvieron que romperse paradigmas, que incidirán en la forma de operar de los negocios.

“Después de esto todos tenemos que cambiar la forma en que trabajamos, hemos roto paradigmas en términos de trabajo. Antes las empresas no se imaginaban que un empleado fuera productivo desde su hogar, regresando a la nueva normalidad, muchas van a cambiar estas formas, porque el costo de tener empleados en la oficina es altísimo, hay que contar desde el agua, teléfono,electricidad, el café, el te, las galletas”.

Jueces niegan protección

El especialista explicó que en este momento el IFECOM no está operando como resultado de las medidas de distanciamiento social, sin embargo, se acordó considerar “asunto urgente” otorgar medidas precautorias a las empresas en concursos mercantiles.

“Si una empresa ahorita va y solicita el concurso mercantil el juez debería dictar medidas precautorias, desafortunadamente sabemos de que por lo menos tres jueces han negado las medidas bajo el argumento de que no se encuentra previsto”, mencionó.

Dichas medidas sirven para proteger los activos de las empresas, por ejemplo, ante la posibilidad de un embargo.

Urgen cambios

Bonilla reconoció que aunque las pequeñas empresas pudieran recurrir a un concurso mercantil para salvarse de la crisis, puede ser muy costoso, por lo que urgen cambios en la ley o nuevas legislaciones diseñadas para dichos negocios.

“Hace falta tener una legislación distinta para las Pymes, para ver la forma en que pueden reorganizarse, no tenemos esa legislación que permita que no sea tan costoso y que sea ágil y rápido para ellas”, advirtió.

Por otro lado, dijo que las personas físicas también están desprotegidas cuando sus deudas se hacen impagables.

“No hay mecanismo legal para reorganizar sus deudas frente a bancos o tarjetas de crédito, pero en Chile, Estados Unidos hay mecanismos ágiles, donde van y llegan a un acuerdo, con quitas importantes. Sí, hay castigo para las personas físicas, pero hay forma de que puedas salir adelante”, sostuvo.

El estigma

En crisis anteriores las empresas mexicanas han solicitado concursos mercantiles para salvaguardar su negocio, en la de 2008-2009 los casos más sonados fueron el de Comercial Mexicana y el de Vitro, después del procedimiento reinventaron sus negocios y 10 años después siguen operando.

Aunque dicha crisis fue diferente a la actual, a nivel mundial ya han surgido noticias de empresas que recurren a un procedimiento concursal, aunque en otros lugares recibe diferentes nombres, el objetivo fundamental no es que las empresas vendan sus fabricas o negocios para pagar a sus proveedores, sino lograr acuerdos para que permanezcan en el tiempo.

Sin embargo, Bonilla consideró que a los empresarios mexicanos recurrir a un procedimiento de este tipo los hace pensar que fracasaron, cuando no es así.

“Hay une estigma sobre el empresario, el termino fracaso de vincular la palabra con quiebra, es algo que en la sociedad pudiera ser más visto, pero en Estados Unidos hay empresas que han recurrido al Capítulo 11 hasta cinco o seis veces”.