Radicales de derecha obstaculizan acuerdo

La semana pasada esta columna trataba sobre los factores que le estaban imprimiendo incertidumbre a los mercados: El tema de Grecia y los países periféricos endeudados, Estados Unidos con el vencimiento de su límite de endeudamiento junto con la resolución de su déficit fiscal. En el caso de Europa, los acuerdos de la semana pasada imprimieron tranquilidad a los mercados y los efectos en el área del euro, se dejaron sentir inmediatamente, ya que mejoraron notablemente el spread soberano de los bonos españoles e italianos con respecto a los bonos alemanes, lo cual también favoreció que el euro se fortaleciera con respecto al dólar.

El paquete de rescate griego da un margen de tiempo razonable a ese país para resolver su problema fiscal, aunque vale la pena mencionar que lo que realmente se pone a prueba es si Grecia, como nación, cumple con las condiciones necesarias para estar dentro del área del euro; esto tiene que ver fundamentalmente con su capacidad para hacerse competitivo a nivel internacional —cuando menos en su área de influencia—, lo cual está por verse. Grecia seguirá siendo noticia, pero sin lugar a dudas, se le otorgaron cuatro/cinco años de amnistía para dar resultados. La preocupación actual de los mercados, dejando a un lado a Europa, es la controversia de los políticos norteamericanos que simple y sencillamente no han logrado estructurar un acuerdo que les permita resolver dos cuestiones: el techo de endeudamiento, que se rebasará el 2 de agosto, irremediablemente; y lo que es más importante, cómo solventar el abultado déficit fiscal que tiene actualmente ese país.

El tema dejó de ser de política económica o de política fiscal, para convertirse en un asunto exclusivamente político; donde el ala republicana más radical representada por el llamado “Tea party”, se opone a permitir que se incremente el límite de endeudamiento de EU. La jugada republicana es bastante sucia, toda vez que el gobierno estadunidense ha funcionado con un presupuesto autorizado por el Congreso, en el que implícitamente se consideraba que el techo de endeudamiento se tendría que incrementar, ya que así estaba previsto en el mencionado presupuesto. El hecho de que hoy los republicanos no respeten la autorización dada para cumplir ese presupuesto, es la evidencia más clara de que lo que están haciendo es llanamente una jugada política para avergonzar o hacer ver muy mal al presidente Obama y la actual administración.

Los republicanos más moderados, presentaron una propuesta para incrementar el techo de endeudamiento en dos etapas: una, de forma inmediata por un trillón de dólares que le daría “oxígeno” al gobierno para funcionar hasta diciembre o enero, y una segunda etapa donde se otorgaría otro incremento por 1.8 trillones; siempre y cuando la administración hiciera, en los próximos seis meses, una serie de reportes previamente negociados. Por supuesto el “Tea party” también rechazó, cuando menos hasta hoy, la propuesta de los republicanos más conservadores, representados por John Boehner.

En resumen, la moneda está en el aire; es probable que se llegue al día 2 sin acuerdo. No cabe duda que éste no es un buen escenario; sin embargo, no debemos ser catastrofistas, porque EU cuenta con muchas herramientas para componer este asunto y lejos está de ser en la realidad una economía insolvente. Lo anterior no evita que en el corto plazo los mercados puedan tener un comportamiento negativo, en el caso de que no se llegue a un acuerdo.

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