David Páramo

Análisis superior

David Páramo

29 Ago, 2012

Así, mejor no

Dionisio Pérez-Jácome ha puesto en un camino de solución dos de los tres expedientes más importantes en la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.

A pesar de la nueva juez que lleva el Concurso Mercantil de Mexicana, Edith Alarcón, el asunto ha tomado un camino hacia la solución con las remociones de Felipe Consuelo, Gerardo Badín y todos los seudoinversionistas que han aparecido durante estos dos años que han resultado muy negativos para los extrabajadores de la línea aérea, pero no así para la aviación mexicana.

Mucho más allá del juego de sombras político que se tendió sobre la licitación de 2.5 GHz, la realidad es que el asunto ha entrado también en una ruta donde sólo puede arreglarse, puesto que como parte del proceso de rescate se establecerá una contraprestación adecuada, en la cual lo mismo puede entrar MVS que cualquier otra empresa que esté interesada en esta banda, que sirve básicamente para servicios de
internet móvil. El tercer expediente es el reglamento interior de la Cofetel.

Sin embargo, parecería que son muchos lo que no quieren que avance, por lo menos en los términos en los que está planteado.

Como los dos temas anteriores, la creación de este reglamento ha sido muy esperado no sólo por los funcionarios de la SCT y Cofetel, sino con todos los participantes en el sector de las telecomunicaciones. La finalidad de este reglamento debe ser terminar con la doble ventanilla que hay entre la cabeza del sector y la comisión. Para esto se requiere establecer con claridad cuáles son las atribuciones que debe tomar la Cofetel.

Algunos sólo lo ven como una cuestión de dinero, pero en realidad no es así, puesto que se trata de una definición institucional.

Hay un segundo elemento que no avanza tan bien, como sería el deseo de los comisionados de Cofetel y muchos de los participantes en el sector. De acuerdo con algunas versiones, el borrador que se trabaja es “tímido”, por decir lo menos, en cuanto a convertir a la Comisión en un órgano verdaderamente colegiado.

El presidente y los comisionados son pares jerárquicos y en el pleno tienen votos iguales, es decir, nadie tiene derecho de veto; sin embargo, el primero tiene el control sobre todos los órganos operativos.

No hay claridad, por ejemplo, en los proceso de presentación de temas, transparencia y ni siquiera de cómo se relacionan los comisionados con otras entidades y con la opinión pública.

Aquí el tema, fundamental, es que el peso de todo el organismo está concentrado en el presidente lo que, en los hechos, afecta seriamente su capacidad para operar como un órgano colegiado.

De acuerdo con algunos, si se concentra el poder y las atribuciones que dejaría la SCT se cometería un error muy grave, pues se generaría un mayor desbalance al que actualmente se registra en el organismo. Los que se dedican a la grilla y no a pensar con claridad suponen que se trata de una maniobra del subsecretario Héctor Olavarría para dejar todo a modo, para que él ocupe la presidencia del organismo incluso antes de que termine la presente administración… Suponer es el principio del error.

La realidad es que Olavarría es un hombre con gran capacidad política, experiencia en el sector y buenas relaciones con el resto de los comisionados como para ocupar el cargo. Sin embargo, también es un hecho que el reglamento camina por una vía directa, que debe ser cuestionado por su concentración de poder y no se trata de una jugarreta de poder personal. Ya mucho daño causaron quienes siguen creyendo que la Cofetel debe ser vista como un botín político y personal.

Buitres

Es escandaloso y ridículo cómo algunos se han dedicado a realizar especulaciones en torno al futuro de Gruma y Banorte.

Hacen cuentas de las acciones en el mercado, los fideicomisos, la relación de la familia y cómo quedarían las posiciones de poder en ambas empresas después del fallecimiento del hombre fuerte de ambas, don Roberto González Barrera.

La realidad, triste para los especuladores, es que ambas compañías operan con altos estándares administrativos y que estos temas fueron resueltos mucho antes del fallecimiento de su cabeza, pues no se trató de una muerte inesperada o de un hombre que fuera joven.

Curiosamente, quienes ahora se dedican a estas especulaciones sin mucho sustento son los mismos que prácticamente todos los años vendían o fusionaban a Banorte con una institución extranjera.

Lo más prudente es cerrar oídos a todas estas barbaridades y dejar que el tiempo pase y se vea cuál es la realidad.

Alemán

Será en noviembre y en la ciudad de Querétaro donde se realizará la décima México cumbre de negocios que organiza el empresario Miguel Alemán.

Será muy interesante ver las propuestas que harán los empresarios a unos días de que inicie la administración del presidente Enrique Peña Nieto.

Banca fuerte

Banco Multiva muestra que hay visión y compromiso en su Consejo de Administración y prueba de ello es que concretó la inyección de 75 millones de pesos para capitalizar el banco como parte de los objetivos de fortalecer la estructura de capital de la institución. Además del compromiso, Multiva goza de excelente salud con un capital contable que ya totaliza dos mil 427 millones de pesos. A todo ello se suma que en el segundo trimestre la cartera de crédito creció 12.11 por ciento. Standard & Poor’s reconoció recientemente este esfuerzo asignando buenas calificaciones de corto y de largo plazos.

Memoria

A dos años de que Mexicana de Aviación entró en Concurso Mercantil es necesario no olvidar algunos nombres de quienes son los responsables: Gastón Azcárraga, Manuel Borja Chico y quienes durante tres años mal administraron la línea aérea; Felipe Consuelo, Gerardo Badín y Griselda Nieblas, quienes resultaron ser una vergüenza para el Poder Judicial y las leyes concursales.

Todos los vividores que se hicieron pasar por inversionistas quienes, ayudados por Consuelo, jugaron con las expectativas de los trabajadores de una manera vergonzosa haciéndoles creer que tendrían recursos y podrían hacer que la empresa volviera a volar.

Lizeth Clavel, Fernando Perfecto y, especialmente, Miguel Ángel Yúdico, lamentables líderes sindicales, quienes antepusieron el protagonismo, la falta de seriedad y hasta los intereses personales por encima de los de sus agremiados.