IP vs. gobierno, por energía

El único eslabón que se requiere en materia de energía renovable es que se pongan reglas atractivas para incentivar la tecnología, dado que sus costos todavía son altos.

Donde se habla de subsidiar algunos servicios o instalación de la tecnología, con el fin de incentivar las inversiones y hacer que la energía renovable sea una realidad en casas e industrias, como sucede en Europa.

Sin embargo, ello no parece ser una limitante para empresas como Cemex, de Lorenzo Zambrano; Bimbo, de Lorenzo Servitje; Kimberly Clark, que en México dirige
Pablo González Guajardo.

Hablando de la cementera mexicana, puso en marcha la turbina de viento con capacidad de un megavatio en su cantera ubicada en Madison, California.

La turbina es uno de los tres proyectos de energía renovable que Cemex pronto pondrá en funcionamiento en el estado norteamericano de California.

La empresa tiene previsto poner en línea dos proyectos adicionales de energía eólica a finales de este año en su planta de Victorville, California, con 6.2 megavatios de capacidad de generación.

Cabe comentar que la energía generada por el aerogenerador de Madison equivale a la energía necesaria para alimentar a más de 200 hogares de tamaño medio al año.

No sólo para atender las necesidades de latinos, sino estadunidenses. Así que no habrá que perder de vista los pasos de esta firma, aunque también los del nuevo Congreso, a fin de que se pueda dar un paso sólido y hacia adelante en cuanto a energía renovable, que es una realidad de la que ya no se puede escapar.

Y es mejor tener industrias reguladas de forma internacional que homologadas por la ley de la oferta y la demanda de la misma industria, ¿o no?

Créditos impagables

Vaya estrategias. Resulta que el Fondo Nacional de Infraestructura, que encabeza Federico Patiño, de 2008 a la fecha, ha apoyado 95 proyectos y estudios con más de 103 mil millones de pesos, lo que constituye una inversión impulsada de 250 mil millones de pesos.

Situación por demás viable y atractiva, lo malo es que sobre dichos apoyos las autorizaciones se han concentrado en 64% para proyectos carreteros, 15% a transporte urbano y 7% para proyectos hídricos y 14% restante se ha repartido en fondos, turismo y DUIS, entre otros proyectos.

Todo hasta ahí parece por demás interesante, lo malo es que estos mismos apoyos se han otorgado en 42% como no recuperables, 21% como créditos subordinados y 10% en capital de riesgos; además, se han otorgado apoyos en inversión de concesiones, créditos simples y garantías.

Considerando que es uno de los riesgos que corre el Fondo, todo parece viable y están haciendo su labor; ahora bien, habrá que preguntarnos si todos estos proyectos llegan a su conclusión exitosa o bien también se vuelven proyectos que se quedan en un buen inicio, cuya utilidad es corta.