Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

25 Feb, 2013

Televisa apuesta a una Iusacell de servicios integrales, incluidos los financieros

Fue en octubre del año pasado cuando se dieron los acercamientos de Televisa con Adolfo Lagos. El banquero ya había dejado España y la vicepresidencia de Banca de Mayoreo Global de Santander, para el que trabajó los últimos 11 años.

Había vuelto a México y asesoraba externamente a la institución de Emilio Botín. El primer encuentro se dio con Emilio Azcárraga y Alfonso de Angoitia. Fue éste, vicepresidente del grupo, quien lo seleccionó para encomendarle la vicepresidencia de Telecomunicaciones.

¿Por qué un financiero y no un tecnólogo? Por la sencilla razón de que Televisa no ve las telecomunicaciones como un negocio de una sola arista, sino como la llave que abrirá diversos negocios tomando como plataforma las Tecnologías de la Información.

¿Por qué un banquero del perfil de Lagos? Por su liderazgo y agresividad probados para hacer negocios a partir de su iniciativa para generar productos exitosos. El caso más ejemplar, antes de dejar la dirección de Serfín, fue la tarjeta de crédito Light que revolucionó al mercado.

Azcárraga y De Angoitia le hicieron una presentación a Lagos de los activos que tendría que operar. Básicamente redes asociadas a los sistemas de cable que han venido comprando: Cablemás a Alejandro Álvarez, TVI a Francisco González y Bestel a Eduardo Vázquez Arroyo.

Por supuesto que entre esas empresas también figura Cablevisión, que dirige Jean Paul Broc. Pero los cables coaxiales y de fibra óptica tenían que hacer sinergia con la empresa insignia que Televisa empleará en el sector de telecomunicaciones: Iusacell.

De hecho los primeros contactos entre De Angoitia y Lagos se dieron aproximadamente dos meses después de que la Comisión Federal de Competencia, que preside Eduardo Pérez Motta, autorizó a Televisa adquirir 50% de Iusacell a Grupo Salinas, de Ricardo Salinas Pliego.

El primer movimiento de Televisa con Lagos, antes de contratarlo formalmente como vicepresidente, fue nombrarlo consejero en Iusacell. Lo integraron al consejo luego de que Azcárraga pagó mil 570 millones de dólares por la mitad del operador.

Como consejero de Iusacell, Lagos Espinosa pudo empaparse mucho más del negocio de telecomunicaciones y particularmente de la telefonía móvil, rubro que le abre a Televisa un espectro amplio de nuevos negocios en el sector financiero y bancario, que es hacia donde va a moverse.

Televisa va por el resto de Iusacell para hacer de ella una empresa de servicios integrales. Por eso no objetará la creación de hasta tres cadenas nuevas de televisión, podría desincorporar algunos de sus canales y compartirá gratuitamente sus contenidos a terceros (must offer).

La mira la tiene en un mercado de 30 mil millones de dólares, seis veces más de los seis mil millones en que hoy está valorado el negocio de la televisión. Por esa razón Televisa apuesta a un ejecutivo como Lagos, el cual efectivamente está llamado a ser el “quinto elemento” del grupo.

¿Adiós al 4 y 9?

Sobre el mismo tema, en Televisa y Televisión Azteca hay mucho pesar porque la reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones contiene artículos que las obligarán a reducir la participación relevante que poseen en el negocio de la televisión abierta.

Televisa tiene cerca de 70% del mercado y Azteca el resto. El gobierno de Enrique Peña Nieto y los miembros del Consejo Rector del Pacto por México que están elaborando las modificaciones a la legislación, van a impulsar una mayor competencia en ese rubro, no sólo con la creación de dos nuevas cadenas de televisión comerciales y una del Estado, sino que obligarán a las dos grandes a desconcentrar algunas de sus cadenas. Televisa, de Emilio Azcárraga, podría ceder dos de las que posee. Se habla del Canal 4 y el 9. En el caso de Azteca, de Ricardo Salinas, el golpe pudiera ser para uno de los tres que tiene.

Burillo a Tulum

Quien a la callada se benefició de la indefinición del aeropuerto de la Riviera Maya es Alejandro Burillo.

El dueño de Grupo Pegaso opera un aeródromo muy cerca de Tulum. Recordará que esa terminal no la pudo sacar el gobierno de Felipe Calderón y no figura en los planes de Enrique Peña Nieto.

La concesión hasta ahora es para uso personal, pero tiene la intención de abrirla a terceros, especialmente para vuelos privados. El Güero ha estado negociando su proyecto con el gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, quien al parecer no lo ve con malos ojos. Burillo Azcárraga tiene muchos intereses en el estado. No sólo llevó la franquicia del equipo Atlante a Cancún, sino que en la zona de Bacalar desarrolla plantíos de estevia. Considérelo.

Dell en la mira

Le platiqué del cese de Peter Wiegandt en Dell Computer de México.

Obedeció a una acusación que se hizo en el corporativo de Austin, Texas, por presuntos actos de corrupción con la empresa integradora Mainbit, de José Antonio Sánchez. Tras una serie de pesquisas que hicieron auditores de la compañía se encontró evidencia suficiente para despedir al vicepresidente para la región de América Latina. Dos temas relevantes.

Al parecer la denuncia provino de una firma integradora competidora de la misma Mainbit, con la que Wiegandt  trabó relaciones muy comprometedoras en licitaciones durante los gobiernos de Vicente Fox y Felipe Calderón. Y el tema pudo ya trascender a la Comisión de Valores de Estados Unidos. No lo pierda de vista.

Cuatro a Pemex

Hace una semana quedaron precalificados los grupos que contenderán por la construcción de un oleogasoducto para el campo Lakach en la Sonda de Campeche.

Consiste en el tendido de un par de ductos. Uno de dos tuberías de 18 pulgadas y 66 kilómetros y otro de 53 kilómetros y cuatro pulgadas, amén de la instalación de dos umbilicales de cinco pulgadas y media de 48.9 y cuatro kilómetros cada uno. Es una obra muy sofisticada y cuyo contrato se estima en 800 millones de dólares. La obra de ejecución son alrededor de dos años y medio.

La paraestatal al mando de Emilio Lozoya recibe y abre ofertas el 30 de marzo. Precalificaron Global, Subsea7, Saipem y Dragados aliado a Hereema.

Va Office Max

Tras el anuncio de la fusión de Office Max por Office Depot, la incógnita es qué pasará con las cerca de 53 tiendas que opera la primera en México.

Ya iniciaron las especulaciones sobre una eventual venta de esa cadena, en función de que no cabe en los planes de la consolidación, máxime por la muy probable compra de los activos de la segunda por parte de Gigante, de Ángel Losada.

Incluso hay quien se aventura a decir que Alejandro González Zabalegui y Elmer Franco, los socios locales de Office Max, también podrían entrar en negociaciones con Losada. Por lo que hace al plazo de la oferta vinculante de éste, los tiempos no están presionados. Habrá que esperar.