Colombia opta por las regalías

CIUDAD DE MÉXICO.- Para llegar a tener una industria petrolera próspera y atractiva para los inversionistas internacionales, Colombia tuvo que hacer varias reformas energéticas. Fue un camino de más de 20 años que le permitió llegar a la efectividad.

Por ello revisó los modelos de Noruega y Brasil, además de implementar algunos ajustes e incluso cambios de raíz para funcionar bajo un sistema de regalías, en el cual los hidrocarburos siguen siendo del Estado, pero los operadores adquieren el derecho a explotarlos.

Sin embargo, no siempre fue así. Luego de varias modificaciones realizadas desde los setenta a su contrato de regalías, que siempre dejaban a la paraestatal a cargo de la gestión de los recursos, se concluyó con una reforma integral en 2003 y la creación de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, lo que dio paso a una nueva era petrolera.

A partir de ese momento, Ecopetrol pasó de ser una empresa industrial y comercial del Estado a una sociedad pública por títulos, vinculada con el Ministerio de Minas y Energía, y cuyo mayor accionista es la nación a través del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, que posee más de 80% de los papeles.

Pero entre los principales desafíos a vencer, de acuerdo con Javier Gutiérrez, presidente de Ecopetrol, destacaron la falta de transparencia en su operación, aunque para garantizarla, la empresa emitió acciones en la Bolsa de Valores de Colombia y Nueva York y debió apegarse a los protocolos de información del público inversionista.

“Creo que una de las mayores aportaciones de haber vendido acciones es la mejora de los esquemas de visibilidad y gestión transparente. En esa posición todo se sabe de Ecopetrol y no solamente es a nivel de directivos, sino que se vuelve parte de la operación”, aseveró.

Adicionalmente, otros retos fueron lograr el consenso político, bajo la advertencia de que si no realizaban los cambios el país se volvería un importador de energía primaria a corto plazo.

Lo anterior, aunado a que el sindicato petrolero del país, cuyos derechos laborales han permanecido “intactos” a través de los años, ha sido uno de los principales opositores a las reformas.

Pero a pesar de todo, Gutiérrez dice que Colombia es atractivo para firmas internacionales porque “tiene reglas claras e instituciones con roles claros”.

Propiedad de la nación

En el modelo colombiano, las empresas que realizan hallazgos tienen derecho a registrar las reservas en sus libros contables por el solo hecho de extraerlas, aunque el subsuelo y los recursos que ahí se encuentren no les pertenecen realmente.

Además en el esquema de concesiones, donde las regalías son variables, se licitan bloques y dependiendo de los recursos que se producen es lo que se paga al gobierno, cantidad que va desde ocho hasta 25% de las utilidades que genere el proyecto, aunque anteriormente todos estaban gravados con una tasa de 20%, lo que presionaba los márgenes de utilidad, en especial cuando eran pozos de baja producción.

Gran potencial

Cuestionado sobre la industria petrolera mexicana, Gutiérrez precisó: “No me cabe la menor duda del potencial que tiene México del desarrollo de su sector. Es asombroso, tenemos una diferencia inmensa en reservas, lo que uno hace es el análisis de todo y ver qué casos han dado mejores resultados y de esas discusiones van surgiendo las ideas del vestido a la medida”.