Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

21 Sep, 2013

La reforma hacendaria: el lado del gasto

La semana pasada presenté algunas reflexiones sobre la parte recaudatoria de la reforma fiscal.

Las dos principales eran que el planteamiento difiere de manera importante de lo que se prometió en campaña y que el “recargón fiscal” se da sobre los causantes cautivos de la clase media y sobre el sector productivo que ya paga impuestos.

Desafortunadamente, la historia del gasto no es más alentadora que la de los ingresos. Refleja una visión que no es consistente con la de acelerar el crecimiento económico.

Durante los últimos 12 años la participación del sector público en la economía subió aproximadamente en seis puntos del PIB. El periodo de mayor aceleración se dio en los últimos seis años.

Ha sido muy característico que los legisladores promueven en medios que aprobaron el mayor presupuesto de la historia del país. Para 2014, con la propuesta del Presidente nos encaminamos a transitar por el mismo camino de los últimos años de crecer el tamaño del sector público.

Mucho del aumento en gasto de gobierno en los últimos 12 años se fue a gasto corriente, con un sesgo importante a ampliar los programas sociales y algo a impulsar la inversión en infraestructura. El resultado de un mayor gobierno no ha sido exitoso en términos de crecimiento del PIB, los datos lo reflejan y las críticas de campaña lo confirman.

A pesar de la ampliación de los programas sociales del sexenio anterior, los datos del Coneval no reflejaron una disminución en los niveles de pobreza.

La explicación probable es que las transferencias sociales alivian necesidades de consumo, pero no son fuente de generación de riqueza, por lo que la gente se queda en una situación similar.

Analicemos algunos de los programas de gasto que forman parte de la reforma hacendaria. En mi análisis no voy a evaluar si socialmente son justos o no los son. Simplemente voy a poner en perspectiva el efecto que podemos esperar en la economía.

La pensión universal, que se va a incluir como un derecho en la Constitución para los mexicanos mayores de 65 años, es un programa que podemos considerarlo como transferencia neta de recursos a este segmento para apoyar su manutención (consumo). Como tal a este programa hay que considerarlo como un gasto social redistributivo incremental, sin efecto en el crecimiento económico.

El seguro de desempleo es un mecanismo que se utiliza en otras partes del mundo y que no teníamos en México. Desde el punto de vista de financiamiento, lo que se propone es que una parte relevante venga de otras contribuciones patronales que ya existen. Es decir, en buena medida es un redireccionamiento de recursos que tampoco va a contribuir al crecimiento y si pueden generar un problema en lo que recortan.

El objetivo de invertir más y mejor en educación conceptualmente parece correcto. Pero hay que entender otros datos, como que el nivel de gasto actual en educación primaria no es sustancialmente diferente al de otros países, pero la calidad de la educación si es muy diferente.

Hay evidencia que apunta a un mejor uso de recursos públicos como algo de mayor impacto que aumentar el monto. Esto requiere afectar intereses y dado lo que hemos visto el último mes en el DF se ve complicado.

Una mayor inversión en infraestructura se ha observando en los últimos años. Lo que en el margen se podrá aumentar sí tendrá un efecto, pero no será mayor al que ha tenido esta inversión en el crecimiento los últimos años. Es decir, la inversión en infraestructura no va a cambiar la tendencia del crecimiento.

En resumen, del lado del gasto se escucha un mensaje de que hay que crecer al Estado benefactor ampliando programas sociales. Si bien esto se puede justificar socialmente, solamente es una distribución de riqueza, no un generador de riqueza.

Se dice que el mayor gasto del sector público promoverá el crecimiento; sin embargo, la historia reciente muestra una evidencia muy distinta y los números de 2014 no tienen porque ser diferentes.       
                *Director general del FUNDEF

 

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