El IPC se “crece al castigo” dirían los clásicos. ¿Será?

Pues sí, el IPC mexicano después de dos días de evidente debilidad, tuvo un alza interesante el día de ayer, que le permitió colocarse encima de su promedio móvil de veinte días y de hecho, regresar al interior de la formación que había ido construyendo durante semanas y que me hizo suponer que se estaba preparando para un alza posterior.

Para fines prácticos, la formación cambió de look, pero con el movimiento de ayer hace que el mercado mexicano conserve su condición de probable precursora de un alza. Pero así como la baja que comenté el lunes pasado no me hizo cambiar de opinión radicalmente, el comportamiento de ayer  tampoco me provoca “cantar victoria”, pero sí habla de las intenciones “subidoras” que he tratado de describir en Consejerías recientes.

De hecho, técnicamente el IPC tiene todavía por delante dos promedios móviles (de 100 y 200 días) y claro, un poco más arriba, la zona de oferta de los 41,200 puntos, con lo que tendrá que luchar para entonces si poder aspirar a mejor destino y eso, está por verse. Por cierto, el IPC cerró ayer en 40,702 puntos.

Nada de lo anterior ocurre en el vacío. Sé que más de uno es escéptico del Análisis Técnico, porque los que lo practicamos por lo general hablamos en los términos que lo hice en los párrafos anteriores, reduciendo aparentemente lo que ocurre en el mercado a lo que se puede ver en las gráficas o en los datos que surgen de los indicadores que se construyen a partir de los precios, generando con ello una distancia que hasta puede parecer una “zona estéril”, entre lo que nos pasa a los humanos y lo que ocurre en la economía, representada de alguna suerte por los mercados.

No es el caso. O al menos no es el mío. Siempre digo —desde hace muchos años— que el mercado es gente. Como usted y como yo, por lo que el uso de las herramientas técnicas es sólo una mecánica que facilita —eso espero— tomar decisiones a partir de lo que la gente hace (no de lo que la gente dice) a partir de lo que percibe e interpreta de lo que pasa a su alrededor.

La “gracia” de los mercados es que condensan lo que muchos pensamos acerca de lo mismo en un dato: el precio en el que nos ponemos de acuerdo miles, para intercambiar un activo. La naturaleza del activo en cuestión, depende del mercado en que se opere, pero la noción de “precio” siempre es la misma. Es el punto en donde se equilibran oferta y demanda.

El precio del mercado —de cualquier mercado—, sólo sirve como elemento de equilibrio. Y nada más. Y por lo general, expresa la voluntad de muchos, que mezcla una cantidad ilimitada de percepciones, racionales y no tanto, como es natural cuando se trata de un fenómeno que tiene su origen en la gente. Por eso es útil —al menos para mí— el análisis técnico, más allá del componente intelectual que contiene. Me ayuda a entender lo que la gente está haciendo. Las razones por las que actúa como lo hace están en cómo se perciben los eventos del entorno, por lo que es importante —muy— estar al tanto de ellos, cosa que de sí es importante, interesante y hasta divertida. Desde luego, también es una tarea compleja.

Por ejemplo, en esta semana: combine en términos de la percepción de la gente —y por favor considere todas las “especies” que convivimos en los mercados— el PNI, de lo que ayer escribí, con lo que ocurre entre Rusia y Ucrania y lo que esto tenga que ver con el desarme de los grupos armados de Michoacán, las llamadas “autodefensas”; lo que la Fed diga hoy, más el PIB de los gringos y los datos de empleo en Estados Unidos del próximo viernes, sin olvidar el anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo, el próximo jueves (¿Le entrarán al asunto de la expansión monetaria cuantitativa?¿Lo harán ahora?). Sin olvidar a la Champions, la “Liguilla” mexicana y claro las quinielas o las “calcutas” para el Mundial de Brasil. Y claro lo que pase con la legislación secundaria de las reformas estructurales de energía, telecomunicaciones, etc. lo que a usted se le ocurra.

Ahí se lo dejo de tarea, amigo lector. Mañana no aparecerá Consejería, pero regreso el viernes. La razón es que estaré viajando todo el día para asistir al Foro Anual de la OCDE, en París, la próxima semana. Como siempre, asisto por mi cuenta y riesgo y ofrezco compartir con usted, lo que aprenda en este evento. Suerte.