¿Qué saben de los problemas? ¿Nada?

Así terminé el martes: Por otra parte, dicen los especialistas en finanzas públicas, específicamente de deuda, que entender el problema y sus causas constituye la mitad de la solución. Por ello pregunto, dado el problema central para Sonora y un gobierno que comienza en septiembre, ¿cuál de los dos candidatos entendería el problema a cabalidad y con base en ello, presentaría a Sonora una estrategia viable que lo enfrentare? Continuemos pues.

Como sabemos, la trayectoria de quien aspira a un puesto de elección popular determina, en buena medida, la visión que de su tarea tendría de resultar triunfador. También, las prioridades y objetivos que le fijaría a su gobernación —de buscar un puesto en el Poder Ejecutivo—, serían reflejo de aquélla.

En consecuencia, los problemas a enfrentar aunados a su experiencia son, sin duda alguna, el mejor elemento que tiene el ciudadano para hacerse una idea clara de este candidato, y de aquella candidata.

El grave problema del nivel de la deuda pública de Sonora que detallé el martes, y las consecuencias que tendría para la gobernación no enfrentarlo correcta y oportunamente, y no proponer una estrategia viable de solución, representan el peligro mayor para el futuro del estado son, pienso, los factores decisivos que el elector debe tomar en cuenta para otorgar su voto. 

Además, la falta de experiencia y conocimientos específicos a que obliga la situación actual de Sonora, califican o descalifican a uno o a otra; asimismo, la capacidad y madurez para actuar con la debida prontitud y profesionalismo para evitar el estancamiento de la economía estatal, es otro  referente para el elector a la hora de decidir a quién entregar su voto.

Frente a la realidad que detallé el martes, ¿cuál de los dos candidatos mencionados sería, para usted, el más calificado para entender el problema de la deuda en su obligada integralidad? ¿Cuál el que podría, dada su experiencia, ser capaz de explicarle a los agentes económicos privados, a los contribuyentes y a la población en general, qué hacer y cómo hacerlo?

La sociedad, específicamente los electores, desde hace años exigen que las medidas que el gobernante toma ante éste o aquel problema, estén justa y debidamente justificadas y además, le sean explicadas, clara y convincentemente.

Es ahí donde la vasta experiencia de Gándara y la muy poca en el caso de Pavlovich, inclinan la balanza a favor del primero. El voto pues, ante la gravedad de los problemas a enfrentar, más que una cuestión de simpatía o intereses de grupo, debe ser resultado de un análisis serio de lo que cada uno de los dos ha logrado en su vida profesional.

Para terminar, van las cifras; diciembre 2003, deuda pública de Sonora: $5,460.2 millones de pesos. Diciembre 2009: $11,258.2 y, cinco años más tarde, $19,809.4 millones de pesos. En estos once años, la deuda creció 12.4% por año, de ahí que concluya: El monto último, y la experiencia de uno e inexperiencia de la otra, van a determinar mi voto. ¿Y el de usted?

Lo que vemos hoy, son coletazos del viejo egoísmo que busca, otra vez, colocar los intereses de grupo por encima de lo fundamental: el interés de los sonorenses, y su futuro.